El bello durmiente, Camus x Milo (saint seiya yaoi)

CAPITULO 9

mientras que con los "buenos hadas", habían vestido a Milo con el traje que Saga había hecho y Dita le cambio de color:

Mü: Milo, por favor querido no estés triste

Milo no le respondió, estaba sumamente triste. le dieron una capa y los buenos hadas volvieron a la normalidad

caminaron por el bosque hasta llegar a lo que les conduciría al castillo, llegaron por la parte trasera. entraron y llegaron a una habitación.... Saga hizo pasar a Milo tomándolo de la mano

Saga: bien ya estas aquí querido

Dita: (cerro la puerta rápidamente y suspiro pesadamente)

Saga: hecha el cerrojo Dita, Mü cierra las cortinas (ordeno) bien.... ven aquí y siéntate pequeño (dijo haciéndome sentar a Milo frente a un espejo) este es nuestro ultimo regalo querido niño para ti (Saga, Mü y afrodita movieron sus varitas y empezó a aparecer una corona) el símbolo de tu realeza (agarro dicho objeto) una corona que has de usar en gracia y belleza según tu deber real (coloco la corona a Milo quien estaba estático viéndose al espejo) así como tu derecha

Milo se tapo la cara con ambas manos y volvió a llorar

Mü: no llores querido

Saga: (agarro a Mü) vengan (empezaron a salir) dejemos lo unos momentos a solas (salieron)

Afuera: 

Dita: por ese joven que conoció

Mü: que podemos hacer para ayudarlo

Adentro:

Milo estaba llorando.... mientras que el fuego de la chimenea que estaba ahí presente se apago y entre las sombras apareció kanon..... extendió su mano derecha y apareció una luz verde..... Milo levanto sus manos de su cara y vio sin perder de vista a aquella luz..... se levanto y la capa que tenia se callo y seguía viendo fijamente a aquella luz

Afuera:

Dita: huuuuuuuuuuuuy.... por que debería casarse con ...... ese príncipe (dijo Molesto)

Mü: no podemos decidir lo nosotros querido

Adentro:

Milo empezó a acercarse a esa luz que tenia enfrente sin dejar de verlo fijamente, mientras que en la chimenea se abrió un camino .... y la luz se adentro y Milo lo siguió despacio.....

Afuera: (me estoy mareando)

Mü: podríamos ir donde el rey Estefano y decirle lo del joven

Dita: si es muy buena idea (saga no los atendía, ya que escucho algo)

Saga: ¡escuchen! (se callaron) ¡ES KANON! (se preocuparon y entraron a la habitación llamando a Milo) Milo

Mü: Milo

Saga: Milo (se detuvieron al ver a Milo entrar por el camino que se había abierto en la chimenea)

Dita: no debíamos haberlo dejado solo

dita/Mü/Saga: ¡Milo! (se le acercaron pero se cerro en frente de ellos)

Adentro de la chimenea:

Milo seguía a la luz y empezó a subir las gradas que había en el lugar

Afuera de la chimenea:

saga, Dita y Mü empujaban para que se habrá la chimenea

Saga: esperen (movió su barita, se abrió y entraron corriendo 

Saga/Mü/Dita: ¡MILO! ¡MILO! ¡MILO!

En las gradas:

Milo subía las gradas siguiendo y alavés siguiendo a la luz verde

Abajo de las gradas:

MÜ, Saga y dita recién empezaron a subir las gradas:

mü/saga/Dita: ¡MILO! ¡MILO! ¡MILO!

arriba de las gradas:

Milo subía las gradas siguiendo y alavés siguiendo a la luz verde

En las gradas:

mü/saga/Dita: ¡MILO! ¡MILO! ¡MILO!

Ya en una puerta:

Milo entro a la habitación 

En las gradas:

mü/saga/Dita: ¡MILO! ¡MILO! ¡MILO!

en la habitación:

la luz verde se transformo en una rueca y Milo se acerco a ella

En las gradas:

mü/saga/Dita: ¡MILO! ¡MILO! ¡MILO!

seguían subiendo

en la habitación:  

la voz de Kanon ordeno a Milo

Kanon: tocad la aguja (Milo dudo pero su mano se acerco a la aguja de la rueca) tocadlo ya (Milo la toco)

en la puerta de la habitación:  

los hadas llegaron y en frente de ellos apareció Kanon

Kanon: ha sido mucha osadía y pretencion vuestra (alzo la voz) ¡CREÉIS QUE PODÍAN VENCERME A MI! ¡¡A MI EL EMPERADOR DE LA MAL!! (alzo su capa) ahí tenéis a su querido príncipe

Milo estaba tendido en el suelo, los hadas se sorprendieron y Kanon desapareció soltando una risa maléfica

los hadas se acercaron a Milo

Mü/saga/dita: milo milo milo

Dita: milo querido

Saga: (empezando a llorar) nunca me perdonare el daño que he hecho

empezaron a llorar alavés que el sol empezó a ocultarse