Gracias a todas esas noches de insomnio y melancolía he llegado a comprender por qué algunos amores mueren de repente, comienzo a ver la razón de por qué hay tantos matrimonios y noviazgos rotos, pero además de todas aquellas situaciones deprimentes también me he dado cuenta que es cierto que el humor lo cura todo. Lo sé, quizá suene algo contradictorio ¿Qué tiene que ver el amor con el humor? Pues en realidad mucho, ¿acaso no son únicos los pequeños momentos de diversión con tu pareja? Como aquellas salidas al cine por ejemplo, o un simple paseo por las calles de la ciudad o algo aún más sencillo como sentarse a conversar conociéndose cada vez más. Esas situaciones tan simples son realmente únicas, comienzas a darte cuenta de esto cuando esas situaciones se dan con muy poca frecuencia, cuando llega el momento donde las risas son escazas, donde las discusiones se intensifican, donde las lágrimas y la melancolía reinan en ti, empiezas a extrañar esos pequeños y sencillos momentos de diversión, comprendes que ahora tu relación está retrocediendo en vez de avanzar.
Tomar de la mano a la persona que amas y dejar atrás el orgullo y el carácter es lo mejor que se puede hacer para que vuelvan aquellos momentos de risa y diversión, una nueva oportunidad en la que se sequen las lágrimas y reanudar el amor que se estaba perdiendo
