Checaba que todo estuviera en la maleta, así es Jack me había convencido lo cual no se me hace nada extraño... Esperaba que el llegara por mi no tardaba mucho en hacerlo.
Me llego un mensaje y baje era Jack me despedí de mi madre y salí de mi casa con mi "pequeña" maleta.
El me sonrió tiernamente y yo solo subí al auto, estaba un moco molesta por haberme echo venir casi ala fuerza.—Que lindura— dijo sarcásticamente, y yo lo voltie a ver con una mirada matadora el solo comenzó a reír y lo mire un poco confundida.
—¿Que te causa gracia?
—Te miras muy graciosa molesta— Soltó una carcajada y yo solo rodeé los ojos.
—¿Puedes apurarte para que se acabe todo esto de una vez?— El asintió y acelero el coche.
Estaba nerviosa, hace mucho que no iba a una playa, no sabia nadar, de echo tenia miedo a lo hondo, si a caso me mojaba los pies, y por supuesto jamas me había quedado a dormir en una. Estaba muy nerviosa.
Jack era mi mejor amigo de toda la vida, pero el no sabia el por que mi miedo. Nomas sabia que no me gustaba la playa, ni el mar ni nada de eso, pero jamas le había contado esa parte de mi vida, y no le veía el caso de contárselo.
El me miro y sonrió para relajarme, hasta pareciera que leyera mi mente y supiera lo que esta pasando.—No estés molesta conmigo Kelsey — dijo con una voz bastante dulce, me miro y sus ojos brillaban como perlas, era verdaderamente lindo. Sonreí tranquilizándolo por completo.
—No podría enojarme contigo.
El sonrió y volvió su vista ala carretera.
Después de casi tres horas de viaje llegamos ala hermosa playa. La mayoría ya había llegado y apartado lugar, bajamos y nos unimos a los demás. Jack de inmediato se quito la camisa para luego correr al agua, yo solo coloque una cobija en la arena y me senté en ella.
Solo miraba el agua y recordaba el por que no me gustaba meterme, Alison no tardo en acercarse a mi y sentarse a mi lado.—¿Que te sucede Kelsey? — voltie a verla con los ojos llorosos, ella me miro extrañada, y sin preguntarme mas me abrazo. Yo solo escondí mi cara en sus hombros e intente no llorar. Nos separamos y no volvió a hablar de el tema.
El sol estaba por meterse, así que todos nos dispusimos a armar nuestras casas de acampar. Jack, Alison, Vicky, Theo, y yo dormiriamos en una sola. La verdad fue un poco complicado armarla ya que el aire era un poco fuerte y se nos volaba a cada rato.
Después todos entendieron una fogata gigante y la rodiamos, todos reían y platicaban, yo solo observaba con detenimiento a cada persona que me rodeaba y me preguntaba cuantos secretos sorprendentes esconden una mirada y una sonrisa.