"Como gotas de agua, tan ligeras y tan delicadas, al caer ya no había mas que un pequeño derrame en el piso. Y así con todas las que caían como cascada de mis ojos, esos ojos que veían con seriedad a todo mundo, ese mundo que apuntaba a mi vida una y otra vez, dañándome y lastimando todo lo que podía creer, confiarme de mi inteligencia y caminar con los ojos cerrados, confiada de la mano caliente que me dirige, confiada de que siempre estaremos juntos, confiada de que nada y nadie cortara el hilo que nos une a ti y a mi.
sus pequeños dedos remarcaban aquel cuerpo frío y palido que estaba a su lado, acostados en una amplia cama de sabanas blancas, con una leve luz proviniente del baño que estaba frente a la habitación, ¿Quién lo iba a decir?, son tan distintos y aun así estan juntos, pueden sonreír y llorar sin pena alguna, pueden cerrar los ojos y desear en silencio las misma cosas sin saberlo, pueden tener los mismos sueños pero diferente fuerza, cada quien sufre a su manera. Cada quien acaba con ellos mismos a su mejor manera, ¿Quién iba a creer que ella estaba tan deprimida?, ¿Quién iba a creer que él la hacia sentir mejor sin saberlo?
¿A qué le llaman AMOR?
¿A la estúpida mezcla de sentimientos que otras personas dicen a ver sentido alguna vez? Eso no existe, si tan fuerte fuera el amor no habría "divorcios" no habría por quien llorar en las noches, no habría la estúpida disculpa "Te Amaba, pero ya no puedo sentir eso porque..."
Nunca se amo, quieres cambiar algo que siempre va a ser igual, quieres desaparecer y enderezar algo que así se creo, que así nació."
Como cuando el color adornaba tu bello rostro, cuando ya no eras más el chico de piel blanca, cuando ahora eres una cara roja, de ojos grandes y cafés con pestañas largas y onduladas, con el cabello un poco largo y castaño obscuro, con una ridícula sonrisa que me hace perder el enojo y los estribos, todo a la misma vez, me asusta el hecho de perder el control.
suelo mirar tus labios con tanta discreción, con tanta tranquilidad y precisamente en mi cabeza la pregunta se repite una y otra vez.
¿Sentirás los mismo que yo?
Quiero que las repuestas sean asertivas y bellas, que me hagan sonreír, pero sabemos perfectamente que si eso sucede nunca podrías ser algo bueno para mí, y nunca podría ser algo bueno para ti.
Eso es porque somos tan iguales y tan distintos, Todo a la misma vez.
¿Lo qué yo quiero saber?
Si antes de dormir miras mi perfecta caligrafía en esas hojas que te escribí alguna vez mientras aburridos nos encontrábamos tirados en el sillón, o acostados en el frío piso del salón.
Todos los días al despertar intento buscar la manera de besarte, y me sigo preguntando si tú pensaras lo mismo, importándome poco si es en la mañana, en la tarde o quizá en el amanecer debido a que no puedes dormir a causa de tu confusión, esa que te provoco yo con mi actitud cortante e indiferente.
El color vuelve rápidamente a tus mejillas y me encanta estar así de cerca, aspirando el hermoso aroma de tu piel, tu ropa, tu fragancia tan tuya, tan mía.
¿Podríamos caer en el Amor?
Quien sea que camine por el sendero de la verdad se abrirán sus ojos, cualquiera que quiera tratar de sentir lo mismo que yo, sufrira, porque nunca he estado dispuesta a decir todo por completo, ¿Quién eres y como lograste cambiar todo eso de mi? ¿Quién te conto el secreto de mi?, supongo que las sonrisas y las tonterias que hacemos los dos sin pensarlo, jugar a escondernos y no entendernos.
"Hace unos años existía una pequeña de grandes ojos cafés obscuros, con una gran sonrisa en el rostro, soñando e imaginando cualquier país de maravillas, deseando poder entrar a su ropero y llegar a otro mundo, soñando con su castillo prometido y deseado, esperando con ansias al que sería su príncipe azul...
¿Qué sucedió?
Creció demasiado rápido, no puedo seguir sonriendo, todo el tiempo estaba enojada y no entendía las razones, detrás de una bonita sonrisa suya siempre al llegar a casa las lagrimas escondidas se derramaban, sin tiempo a ocultarse entre las sombras..."