Cleansed

Don't touch me

Sabía que estás cosas no le podían estar pasando a él. De repente se vió acorralado por el hombre que le llevo instintivamente apegarse a la sucia pared del baño de la universidad. Se comenzó a sentir asqueado, incluso con sus guantes perfectamente blancos puestos sentía como la mugre se le pegaba a su cuerpo contaminándolo de a poco, necesitaba una ducha, mucho desinfectante y quemar su ropa.

— N-no te acerques ¡No!

Unas palmas le tocaron el rostro y tembló, lo hizo temblando al sentirse aún más sucio, sus piernas estaban que cedían que cualquier momento  se iría al suelo, escucho la amarga risa y el aliento ajeno lleno de gérmenes que parecía ver atravesaron la mascarilla. Era igual que el asqueroso de su padrastro cuando le regañaba escupiendo le comida al rostro, pero está vez sintió que le calentaba, si, no sabía que le sucedía a su cuerpo que se encontraba completamente en guerra por un hombre como ese.

— ¿Ahora me dices después de provocarme Lee? Eres muy bonito y uno no es de piedra, a menos que quieras una parte de mi así de dura.

Minho, de todos los cabrones que ponía encontrarse justo tenía que haberle quedado mirando el pene mientras orinaba.  Choi Minho era un matón que se encapricho con él desde el primer día de universidad, un asqueroso hombre que siempre estaba lleno de aceite de motor, con barba mañanera y que tenía una hermosa sonrisa.

A él también le había gustado. Pero no lo quería cerca, a menos que se diera veinte baños con cloro y se esterilizará como los objetos de su casa.

— N-no.

Minho no le hizo caso cuando bajo del cubre bocas para mirar esos carnosos y tan besables labios, sonrió antes de acercarse de golpe besándole con fuerza, sintió a Taemin tensarse bajo su cuerpo y eso le ánimo a tomarlo entre sus brazos tocándole con absoluta posesión mientras hacia suya la preciosa boquita. Como le gustó probar el hermoso chico que siempre olía tan bien, le ponía y loco también.

Taemin jadeo sintiendo sus ojos llenos de lágrimas, ni siquiera entendía si eran de miedo o repulsión solo entendía que la mente se le había quedó en blanco cuando Minho lo tocó y  ni se inmutó para quitárselo de encima.

Gimió sintiendo el fuerte aroma a jabón barato y olor fuerte a masculinidad mientras abusaba de su cuerpo, contaminándolo sentía su piel ensuciarse con cada roce de los gruesos dedos. Su cuerpo reaccionó sudando demasiado y sentía algo punzarle el pantalón.

— Nos vemos luego Taemin.

Minho se rió en su rostro robándole un último beso para irse dejándolo ahí tirado, sumergiéndose entre tanta suciedad, temblando saco el alcohol gel de su bolsillo echándose un poco en las manos a pesar que tenía los guantes en ellas llevándolas directamente a su boca gimió de dolor sintiendo el escozor de una herida.

El cabrón le había mordido.

Ahora tocaba no solo tallarse en la ducha sino lavarse la boca con todo el dentífrico. Sin embargo comenzó a pensar cuando volvería a ensuciarse de nuevo.