Capítulo 1

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Emily


Ring...Ring...Ring...

[Mierda...El despertador...]pensé ya desperezándome, y preparada para el primer día de instituto. Alargo la mano para coger el móvil donde salía el sonido, el móvil posaba en una silla detrás del respaldo de la cama. Lo cojo y lo apago.

Puse la alarma a las 6:30, 1h antes que de costumbre para arreglarme y ponerme guapa.

Me levanto de la cama y me pongo mis zapatillas rosas de casa. Abrí la habitación que comparto con mi hermana Lola. Seguro que muchos pensarán que porqué una chica de 17 años tendría que estar en una habitación con su hermana. A veces también lo reflexiono y la conclusión es que es la decisión de mis padres y el problema soy yo. Para ellos soy el ejemplo a seguir del desorden total. Ahora recuerdo una charla de madre a hija.

-Siempre estás de aquí para allá. Luego me preguntas por la habitación. – Tenía el ceño fruncido eso no es buena señal. -Ahora si no tienes nada que hacer, haz algo útil.

No dije ni mu. Mi madre, la guardiana dragón de la casa, me da mucho miedo. Como ya he dicho, es la guardiana dragón y si la enfadamos la cagamos.

Salgo feliz de mi habitación y enciendo la luz de la cocina, ya que la habitación está al lado de la cocina respectivamente.

Mi casa es pequeña y tampoco se la puede decir "casa". Solo es un piso de dos plantas y yo vivo en la segunda. No tiene ascensor solo escaleras, que aburrido.

Camino hacia el baño y cierro la puerta de la habitación de mi hermana pequeña Esther. ¡Que morro tiene la niña! Una habitación para ella sola, sin ronquidos ni palabras extrañas en sueños como hace Lola. También cierro la puerta que da al salón por si las moscas y me meto al baño. Me limpio bien los dientes y después la cara

- ¡Hoy vas a estar genial guapa! – me digo a mi misma delante de un gran espejo. Hablo conmigo sola. [¿Soy rara?], pienso para mí

De repente se abre la puerta y entra Lola algo furiosa

- ¡Te he dicho ya que me dejases el móvil con la alarma al lado mío, no a tres pueblos más lejos de mi! - dijo Lola furiosa.

- ¡Cállate! – bajo la voz. – Al final despertaras a mamá, y ya sabes cómo se va a poner.

Lola parecía que iba a replicar, pero no dijo nada y salió del baño.

- ¡Por fin en paz! – y me tapo la boca por haberlo gritado.

Me arreglo el pelo negro y liso como puedo. Con el peine intento desenredar algunos pelos rebeldes. Ya presentable salgo y Lola se mete para encerrarse.

Media hora después, ya tengo el desayuno preparado para mí. Leche con tostadas y mermelada de arándanos, me dispongo a comérmelo cuando Lola entra a la cocina.

- ¿Y para mí, qué? – Joder con la niña. - ¿No cómo o qué?

- ¿Para qué vas a comer si siempre eres una gocha y una tragona? – Respondo yo con la voz firme y seria. – Te lo comes todo y digo todo... ya sabes a que me refiero. – arqueo los ojos para hacerla comprender.

- ¡Eres una cerda! – Me río y se una a mi risa.

Ya terminaba el desayuno, me voy a la habitación y abro el armario. Toda la ropa que me pertenece está en un montón y pienso en cómo se podrá mi madre cuando lo vea. Saco una camiseta y unos pantalones vaqueros.

- No tengo ropa bonita y mamá no me quiere comprar... ¿Por qué a mi? ¿Por qué no me das ropa a mi, dios de la ropa? – Hablo otra vez sola.

Al final elijo un conjunto vaquero con una camiseta básica ajustada a mi cuerpo.

- No tengo teta – me digo yo a mi misma -, pero tengo chicha en las piernas.

- Es que estas gorda – no me di cuenta de que Lola estaba en la puerta con los brazos cruzados-. ¡Venga que vamos a llegar tarde el primer día!

- Ya voy pesada – la contesto malhumorada – y primero no estoy gorda estoy ''normal''.

- Si a eso le llamas ''normal''... - y se va.

No la hago caso y arreglo los libros nuevos para 4º. Nuevo curso, nuevos amigos, amigos falsos, y posiblemente novio nuevo... Ya lista para salir, me pongo crema y aseguro que toso está bien. Bajamos las escaleras en silencio.

- ¿Estas emocionada? – le pregunto a Lola mientras bajamos -. Es nuevo curso, sister y nuevas experiencias.

- Eso lo dirás tu que eres una fanática de los libros

- Es que me gustan los libros, dormiría con ellos si pudiese

- ¡Prostituta de libros! – chilla -. Osea, que eres puta.

- Si, si... - ya estamos en la puerta.

Ahora solo queda esperar a una de mis mejores amigas, Linsy.

''Espero que se dé prisa – pienso una y otra vez -. Que ya son las 8.00''



NEVER say NEVER to the love ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora