💁 Parte única 💁

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Lo primero que pensó KyungSoo cuando se hermana le mostró el disfraz que debía usar en su nuevo trabajo fue «horrible, abominablemente feo y terriblemente pequeño», su hermana sí que sabía cómo cobrarse una venganza y según ella esta tendría un gran impacto en su vida.

Si por gran impacto se refería a usar un pañal de tela con unos ridículos broches de corazón a los costados, unas ridículas alas falsas de color plateado y un minúsculo arco con sus respectivas flechas rojas,  pues sí, aquello era impactante y no necesariamente de una forma positiva. No entendía la lógica de su hermana ¡ni siquiera era San Valentín por todos los cielos!



Pero ahí se encontraba él, en su habitación con una SoHye muy contenta de que su hermanito odiara con todas las fuerzas oscuras de su corazón el trajecito que se encargó personalmente de encontrarle. Tal vez en otra situación se sentiría mal haciéndole eso a su hermano menor, mas el bribón de Do KyungSoo se merecía eso y más, por vender sus preciosas entradas al concierto de Wanna One. Ella que con tanto esfuerzo (algunos empujones y jaloneos) obtuvo un par de entradas para el primer concierto de los niños que apoyó desde que los vió en televisión. Por supuesto que al joven KyungSoo le importó poco o nada cuando ofreció las entradas a un precio elevado en internet, él sólo pensó en pagar la deuda que tenía con su mejor amigo, Kim JongDae, a quien no le pagaba desde el año pasado y no dejaba de molestarle todos los días con el tema.



Bueno, el haberse desecho de  JongDae no podía compararse con el castigo que su hermana le impuso, después de una acalorada discusión en la sala de su casa donde cojines, un jarrón e incluso una sartén se vieron involucrados. Con la condición de no asesinarlo en ese preciso instante, KyungSoo aceptó hacer lo que sea que su hermana le pidiese. No esperó, ni en sus peores pesadillas, que a la mañana siguiente aparecería en la puerta de su habitación con una misteriosa bolsa en las manos.



“Este es tu castigo, debes usar esto y promocionar la cafetería donde estoy trabajando, por un mes entero”

No sonaba tan mal, hasta que su hermana sacó los artículos de la bolsa, “Ni te atrevas a quejarte que estamos en verano, y tú vendiste mis entradas mocoso desgraciado”, se limitó a asentir puesto que nunca esperó que su hermana le hablase de esa forma y la furia en sus ojos le dijeron que lo más sabio era permanecer calladito y bonito. Por más que quisiera pegarse un tiro antes de usar esas ropas, si es que le puedes llamar ropa a un pequeño pedazo de tela.



Este sería su fin.





👼👼👼

Si su hermana esperaba de alguna forma que KyungSoo luciera como un dulce y lindo Cupido, estaba demasiado equivocada (o loca como le gustaba llamarle en secreto), y un gran testimonio de aquello, eran las personas que cruzaban su lado de  la calle con cierto temor y vergüenza ajena. Lejos de parecer encantador, Cupido portaba un gran ceño fruncido que ponía los pelos de punta a cada transeúnte, que ni siquiera notaban el ridículo traje que portaba el bajito, esos ojos grandes y redondos se robaban la atención de cualquiera sobretodo cuando la persona en cuestión los observaba fijamente y hasta con odio.

Una señora mayor de edad que pasaba por ahí con su bolsa de verduras se persignó varias veces seguidas mientras rezaba un Ave María y se arrepentía de todos sus pecados habidos y por haber. No vaya a ser que el muchacho ahí sea un enviado de nuestro señor para llevarse a los impuros de corazón, pensó la viejecita mientras hacía todo lo posible para no hacer contacto visual con un muy divertido KyungSoo.



Porque aquello era lo único que lo mantenía entretenido, ser el centro de atención no era algo divertido, sobretodo cuando sólo tenía un pañal cubriendo su cuerpo. Mentiría si dijera que no se sintió intimidado y avergonzado cuando salió de la cafetería para posicionarse justo al lado de la puerta de entrada, y después de recibir cientos de miradas incrédulas y otras despectivas, empezó a mirar mal a todo el que pasara. Nunca esperó que se asustaran, pero eso era un plus y no le importaba que nadie estuviese interesado en ingresar a la cafetería donde trabajaba su hermana, era culpa de ella por ponerlo ahí.


Cupido llegó antes de tiempo »KaiSoo || Concurso 1000 estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora