El críacuervos

20 3 0
                                    

(LA SIGUIENTE HISTORIA QUE SE VA A CONTAR ES UN RESUMEN DE UNA ANTIGUA LEYENDA DEL S.XIX EN EL QUE FUE ENCONTRADO CON TEXTOS INACABADOS, EL GENERO DE LA HISTORIA SE REPRESENTA COMO UN DIARIO O REPRESENTACIÓN TEATRAL. AL FINAL DE LA LEYENDA, SE HABLARA DE CASOS TOTALMENTE REALES DE GENTE QUE ASEGURA HABER VISTO UNA FORMA O SILUETA SIMILAR A LA DE LA HISTORIA, DANDO A ESTA HISTORIA EL RUMOR COMO POSIBLE CIERTA).

Leyenda:

"La intención de estas palabras escritas no es dar miedo sino contaros una historia".

Andalucía; 1857, Otoño:

No muy lejos de hay, se encontraba  una voluminosa vivienda de aspecto antiguo... Con grandes extensiones de tierra y de tejado color arcilla; que se situaba en el campo, en soledad de las demás viviendas. Tenía una bodega de exterior; esas bodegas en las que guardabas el vino, todo en grandes barriles de madera; todos muy agrupados para después ser rellenados en botellas de vidrio. El aspecto de aquella bodega se le caracterizaba por su gran tamaño y por su aspecto bastante descolorido, por dentro era igual; los hierros estaban oxidados y por la noche se escuchaban sus chirridos, y su suelo de arena estaba rojizo y pegajoso ya que muchas gotas de vino salían de las estropeada llavecillas.

Al lado de la bodega, estaba aquella vivienda que era también bastante grande y descolorido; se ve que este territorio tenía sus años. La casa tenía 3 plantas (la principal, los cuartos y el ático).

En ella vivían dos hermanos, que eran herederos de aquel lugar bastante siniestro.

·El primero era Federico de Mendoza era un hombre muy esbelto y alto, que sufría de una extraña enfermedad que afectaba a las estructuras del cuerpo, que le provocaba aquel extraño físico que tenía; no obstante, era una persona muy elegante y educada, aunque no solía lavarse a menudo, y a veces se dejaba crecer el bello. Se dedicaba principalmente en el sembrado y recolecta del terreno.

· El segundo era el hermano mayor, llamado Santiago Martín De Mendoza, era un hombre corpulento, de cuello corto, cabeza achatada, rostro serio y con un gran mostacho, aunque también solía llevar a veces una gorra gris consigo.

· También, se encontraba una pequeña niña de 8 años llamada Margaret, de pelos rubios como el trigo y amante de la lectura, era de la familia y estaba viviendo durante unos meses con ellos ya que sus padres tenían que ir lejos por un asunto de buscar trabajo.

Frederick y Margaret se llevaban siempre muy bien, jugaban con ella y se divertían, sin duda alguna habían un gran cariño entre ellos, no obstante, Santiago era más egoísta, no hablaba casi nunca con ella, cosa que Frederick odiaba.

Frederick, cuando veía que Margaret se ponía triste, la llevaba siempre a un lugar "secreto" que el decía conocer, en el había un gran río y se dedicaban durante ese tiempo a coger alevines que pasaban por ahí. Un día, Frederick le dice a Margaret por el camino a casa, con voz alegre: ¡Los niños como tu son la razón por la que me hacen sentir cada día tan vivo!, Margaret se ríe, le da las gracias y le dice que es su mejor amigo.

Una noche nublada, Margaret dormía en su cuarto, que era el ático donde se guardaban los trastos; era polvoriento y oscuro, pero se podía vivir. Cuando de repente escucha unos ruidos que provenían de afuera, en la bodega. Era las dos menos diez, y se podía ver por la ventana que la bodega estaba iluminada, y se veían unas sombras moviéndose, Margaret, bajo cuidadosamente por las escaleras de madera y se acerca a la puerta, tas girar el pomo se da cuenta de que esta cerrado con candado, Margaret empieza a sospechar de que algo estaba ocurriendo...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 08, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CREEPYPASTAS Y DE MÁS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora