twelve

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El auto se detuvo frente a las majestuosas puertas de la mansión de los Tomlinson, un espléndido edificio que se alzaba con una elegancia imponente. Las luces de la entrada iluminaban la entrada principal, y el murmullo de la ciudad parecía desvanecerse en el momento en que el vehículo se detuvo. 

Los ojos de Lacey y Natasha se abrieron de par en par, y el asombro se reflejaba claramente en sus rostros. Lacey, con la boca entreabierta, miraba alternativamente entre Harry y la imponente mansión, mientras Natasha, visiblemente desconcertada, no podía entender lo que estaba ocurriendo.

—¿¡La casa de mi jefe!? —murmuró Lacey, su voz cargada de incredulidad. La lujosa fachada de la mansión parecía un contraste abrupto con la escena de la fiesta y el caos que habían vivido.

—¿Vive con tu jefe? —preguntó Natasha, con un tono de confusión que reflejaba la complejidad de la situación.

—Son amigos y vecinos, pero no entiendo porque está viviendo aquí.

Jonathan, que había estado en silencio durante el trayecto, intervino para aclarar la confusión.

—La casa del joven está en reformas, y mi jefe lo está hospedando en su casa —respondió, acabando con las preguntas de ambas— lo dejaré a cargo de un compañero y las llevaré a ustedes a sus respectivas casas.

—Gracias, Jonathan —dijo Lacey, aún en estado de shock.

Las puertas del auto se abrieron finalmente, permitiendo el ingreso. Jonathan, con movimientos precisos y cuidadosos, bajó del vehículo y levantó a Harry en sus brazos con la delicadeza de alguien acostumbrado a manejar situaciones delicadas. Con una mezcla de preocupación y profesionalismo, entregó a Harry a Joel, un hombre calvo y de aspecto imponente que esperaba en la entrada.

—El jefe está que trina. Vaya escándalo armó este niño —comentó Joel con una sonrisa irónica, pero la falta de respuesta de Jonathan reveló la seriedad de la situación. Se percató de la tensión en el aire y preguntó con curiosidad— ¿qué sucede?

—Si me despide, estaré en la mierda. Yo dejé que esto pasara al llevarlo a esa fiesta —Jonathan respondió con un suspiro de frustración, sus palabras cargadas de preocupación por las posibles consecuencias de sus acciones.

—No te preocupes antes de tiempo. El joven Styles no dejará que nada te pase, y lo sabes —dijo su compañero, tratando de ofrecerle consuelo, aunque la gravedad de la situación no podía ser ignorada.

the auction (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora