La Ultima Carta

CAPITULO 1: EL COMIENZO

Después de que esa voz desapareciera trate de calmarme y ponerme de pie, la verdad no sabia que debia hacer pero no podia solo olvidarlo y menos si se trataba de mi amiga Sakura, pero aun no sabia como logro hablarme sin estar aqui presente, aunque no le tome mucha importancia y saque una hoja, un sobre, un lapiz y un borrador.

Al tener todo listo me sente en frente de el escritorio que tenia mi habitacion, sinceramente ni siquiera sabia que tenia uno, cuando el lapiz hiba a tocar el papel me detuve y empece a pensar que podria escribir pues hace años que no la veo, hace poco cumpli los 16 y no veo a Sakura desde mediados de primaria, pues me tuve que mudar y perdimos  contacto y no la e vuelto a ver desde entonces; tras pensar detenidamente me puse a escribir:

" xx/xx/xxxx

Querida amiga Sakura.

Te e escrito está carta con el propósito de... La verdad te seré sincera e escrito está carta solo por algo que estaba a punto de hacer y de repente escuchar tu voz decirme que haga esto lo empecé a hacer, realmente no se si mi mente me hizo creer que eras tú para no hacer algo de lo que me pueda arrepentir después, realmente creó que esa fue la razón por la cual lo estoy haciendo, quien diría que las mente inconscientemente crean alucinaciones para salvarnos a nosotros mismo.

La verdad de el propósito de está cata es expresar mis emociones o comunicar lo que e estado haciendo, la verdad creó que esto es ridículo pero aún así lo estoy asiendo,raro no? Solo quería saber si estabas bien y además de decirte eso, aunque pueda parecer extraño el que de repente traté de comunicarme contigo después de tanto tiempo, si te parece extraño e innecesario lo entiendo.

Atte.Tú amiga Naomi"

Jamás llegue a imaginar que terminaría en una situación en la que tendría que volver a tener contacto con mi amiga del pasado de está manera pero cómo la cobarde que soy me arrepentí guarde la carta en  uno de los cajones del mismo escritorio en el que estaba, suspiré pesadamente mienta me recargaba en el respaldo de la silla, cerré los ojos un momento y después mire la hora al ver que ya era muy tarde decidí dormir mañana será otro horrible día así que lo mejor será dormir y eso hice.

[...]

Los rayos del sol escapaban de la ventana y me desperté un poco lento ya que no quería ir al lugar en donde nos tienen encerrados por horas fingiendo enseñar algo cuando yo lo consideró una prisión en la que nos matan de aburrimiento poco a poco que a una institución en la que te enseñan materias básicas.

Después de mi rutina diaria salí de la casa y la mire unos instantes, la verdad la casa es horrenda. Cuando sali de casa no me despedí de nadie a menos que me tenga que despedir de los muebles de la casa ya que eran los únicos que siempre estaban ahí, en cambió los que se consideran "mis padres" seguirán en sus respectivos trabajos, como siempre, la verdad ya me e acostumbrado a no esperar nada de nadie y menos de mi misma aunque sea la única en la que tengo que llegar a confiar.

Cuando llegue a clases fue la rutina de siempre en la que los profesores intenta introducir algo en las cabezas de la próxima generación y si las próximas generación futuras dependen de está doy por hecho que no durará mucho para que se causara la próxima guerra mundial en la que ninguno saldrá con vida de esa, cuando se trataba de hacer equipos o socializar con alguien prefería hacerlo sola, de cualquier forma no hay alguien al que yo considere amigo a todos los reconozco como compañeros nada más y ellos me conoces como la solitaria y rara del salón, aunque la verdad me da igual lo que piensen de mi.

Las horas de clases pasaron normal, solo yo en el rincón del salón fingiendo poner atención en clases, respires toco el timbre de salida a lo cual guarde mis cosas rápidamente y me dirigí a la salida del instituto, pero una voz me interrumpió.

-Pero que tenemos aquí, ¿La rarita del instituto ya se va?

(Por dio alguien máteme)