cuatro

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—Estúpido, me asustaste.— Aferré mi cuaderno a mi pecho.
—Lo siento linda, no era mi intención, mi intención era que te enamoraras de mí.— Me guiñó un ojo
—Jimin..—Le sonreí
—¿Sí?— Me miró esperanzado
—Eso nunca pasara.— Borré mi sonrisa
—Eres tan mala, Hye!, ¿Qué tienes
ahí?—
—Es una nave espacial.— Él me miró incrédulo.—Un cuaderno idiota, ¿No lo ves?—
—Yah! Sé que es un cuaderno, ¿Un cuaderno de qué?—
—De hojas—
—No me digas, Hye, yo creí que era hecho de fuego. Vamos, dime.—Hizo un puchero ridículo, pero se veía tierno.
—Es un cuaderno de dibujos, ¿Contento?.—
—Mi novia, aparte de hermosa,
artista.—
—Jimin, cállate.—
—Quiero ver tus dibujos.—

Se los iba a mostrar, pero recordé el último dibujo que hice, no se lo puedo mostrar, va a pensar que soy una demente, aunque lo soy pero, no quiero que lo vea y piense que estoy enamorada de Min Yoongi o algo así, sólo es un dibujo.

—Mis dibujos son confidenciales.—
—Qué mala eres.— Me sorprendió que no haya insistido. Pero mi sorpresa duró poco cuando me arrebató mi cuaderno y se fue corriendo con él.

—Yah! Park Jimin, devuélveme eso.— Intenté alcanzarlo.

—Lo siento Hye, soy una persona curiosa y quiero saber qué tal dibujas.— Abrió el cuaderno

—Jimin, te lo digo muy enserio.—
—Wow, dibujas demasiado bien—
—Dame eso.—Volví a correr ya me estaba cansando
—Espera, ya me falta poco pare ver todo.— Salió corriendo

No dejaría que vea ese dibujo, así que respiré profundo y corrí con todas mis fuerzas, él subió las escaleras y yo lo seguí, pero en un momento no pude más, me desplomé en el primer piso, cerca de mi habitación.

—Hye, ¿estás bien?.—Jimin retrocedió al ver que yo seguía en el piso.—¿No es una trampa verdad?—

No le respondí, no sentía mis piernas, no las podía mover, me estaba desesperando, mi respiración estaba entrecortada, y se hacía cada vez más pesada, mi brazo izquierdo tampoco podía moverlo, estaba tan desesperada, iba a gritar, necesitaba gritar, así que lo hice. Jimin se asustó, vino corriendo hacia mí.

—No me toques.—Le dije cuando intento alzarme. Odiaba que me tocaran.

—Dime al menos qué te sucede.—
—Estoy enferma, y ocurre esto.— mis piernas aún no hacían de su parte.

—Hyerin!—Solji vino corriendo hasta donde estaba.—Necesitaré ayuda para levantarte.—Miró a Jimin
—No. Que no me toque.—
—Hye, deja que te ayude.—
Pero luego sentí que me alzaron, iba a gritar porque no me hicieron caso y me tocaron como si nada, iba a golpear a Jimin en el pecho, pero, no era Jimin sino, Yoongi.

Me tranquilicé, de alguna manera u otra me sentí tranquila y dejé que me lleve hasta mi habitación, me acurruqué en su cuello, y sentí su aroma. Cerré los ojos un momento, extasiada, tranquila. Solji abrió la puerta de mi habitación, Yoongi me dejó en mi cama, suavemente, como si me llegara a romper con el tacto del colchón y las sábanas.

Bueno, son las ocho de la mañana acá y se me dio por escribir -es que la inspiración toca cuando se le da la gana- y bueno acá ven el resultado, so, no sé si habrá alguna falta de ortografía, son las ocho y tengo a mi gato arriba mío lmao. Adiós chingus

body talk; min yoongi |BTS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora