Capítulo 6

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Ino lavó su cara llena de lágrimas, se vio frente al espejo de aquel baño y nuevamente volvieron a salir lágrimas, maldijo internamente a Kiba y  suspiró, secó sus manos y salió de aquél baño, lo mejor era irse de por sí a su casa.

— Iré por Inojin y me iré de aquí.

Salió del baño y gran sorpresa se llevó al ver a su jefe ahí afuera, de brazos cruzados.

— ¿Señor Uchiha?

— Mañana a las ocho en mi oficina — dijo y sin más se retiró, le temblaban las piernas de la impresión, lleva una mano a su pecho mientras veía un punto ciego en el suelo, se preguntan qué le había ocurrido para que la hubiese citado para mañana, ¿a caso había fracasado? ¿hizo algo mal? ¡pero si sólo llevaba un día trabajando!

«No quiero que me despidan» se limpió la cara nuevamente y fue en busca de su pequeño.

(...)

Al llegar al lugar donde estarían los niños durante la fiesta, Ino encontró a su pequeño en la entrad abrazando su juguete.

— ¡Mami! — exclamó lanzándose a los brazos de la mayor.

— ¿Nos vamos ya?

— Sí, ya no quiero estar aquí, una niña fea me estuvo molestando — dijo Inojin, Ino rió ante las palabras del menor.

— ¿Una niña fea? — indagó entre risas mientras lo tomaba de la mano y empezaban a caminar.

— Sí, está ciega porque usa lentes — respondió Inojin viendo a su mamá quien tenía una expresión graciosa.

— ¡Inojin! — reprendió Ino, luego bufo — ¿cómo se llama?

— No lo recuerdo pero iba algo como ensalada.

— ¿Ensalada? — Ino no pudo evitar reír.

— Sí, estaba bien fea — dijo Inojin mientras hacia un puchero de asco.

— Inojin sé educado, a las niñas no se les llama así. Hay que respetarlas cariño.

— Está bien.

Salieron del hotel y se subieron a un taxi, Ino le dio la dirección al chofer y en un par de minutos el taxi estaba serpenteando por la ciudad en busca de su destino.

(...)

El siguiente día, la Yamanaka hizo su rutina de arreglarse. llevar a Inojin a la guardería y por consiguiente llegar al trabajo, pidió permiso a su jefe Kagami quién entendió su situación y corrió rápidamente hasta el edificio donde estaba citada y anteriormente había pedido trabajo.

Subió al ascensor mientras los nervios la consumían ¿y si en verdad la iban a despedir?  Ino jugaba con sus dedos porque ni siquiera la relajante música del elevador lograba calmarla.

Al llegar a la oficina arregló
su traje y verificó en su espejo de mano si estaba bien.

Le dijo a la secretaria sobre su cita e inmediatamente la hizo pasar.

— Gracias señorita Izumi.

Entró y lo primero que vio fueron los profundos y penetrantes ojos del Uchiha. Pasó saliva y prosiguió a sentarse.

— Buenos días señor Uchiha.

— Buenos días señorita Yamanaka.

— ¿Cómo se encuentra?

— Además de sentado, pensativo.

— ¿Ah sí?

— ¿Sabe porque está aquí?

— Usted me citó. Digame sin rodeos señor Uchiha ¿va a despedirme?

Madara esbozó una sonrisa y tiró su peso al respaldo de la silla.

— No precisamente, pero si se rehúsa, puede perder su trabajo y la oportunidad de trabajar en este país.

Ino abrió levemente la boca, ¿era una amenaza? Sea como sea no podía creerlo, trabajar en el hospital de Konoha era más que una ambicioso para sobrevivir del hoyo en que vivía junto a su hijo, era un sueño, un anhelo que tuvo desde que se graduó. Y no lo quería perder así por así.

— ¿Qué ocurre?

— Iré al grano.

Ino sentía su corazón a mil ¡era demasiada intriga! Vio como el mayor suspiró mientras masajeaba el puente de su nariz, como si estuviese reordenando lo que diría.

— Señor...

— Cásate conmigo.














hola (。・ω・。)

¿qué les pareció?

Quería avisarles sobre mi próxima historia y de las posibilidades de que se publicada hoy.

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Espero que les guste ಥ⌣ಥ




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