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Una nueva mañana iniciaba en Gegith, las hojas se movían suavemente cuando el aire acariciabablos arboles, el sol apenas asomaba, y un gato blanco maullaba en el muro de la residencia de Juterh.

_Maldito gato_ exclamó escondiendo su cabeza debajo de la almohada.

El gato seguía maullando pidiendo perdón a su padre, pero este no respondió, solo se quedó sin respuesta en aquella soledad, tristeza se reflejaban en sus grandes ojos azules avellana, lleno sus pulmones exclamando otro maullido.  

_Puto gato, mierda como odio a esos seres peludos apestosos_ murmuró, se levanto dirigiéndose a la cocina, cogió una olla para llenarla con agua, el agua de la llave parecía recién salida de las corriente oceánicas más frías, tembló cuando una ligera gota calló en su pies derecho.

_Maldito gato _ bostezo sin vergüenza, cogió la olla para después dirigirse a al salón escuchando otro maullido,_ no se cansa el apestoso_ resoplo viendo la  oscuridad de su pequeño departamento, no entendía como su compañera de piso no se despertaba con el sonido desagradable que hacía el animal, suspiro reuniendo los ovarios suficiente para abrir la ventana de su habitación.

Miro en ambas direcciónes sintiendo como el frío se colaba violentamente en su habitación, el día iba hacer soleado, era algo bueno, una pequeña sonrisa de maldad se le dibujo en la cara cuando visualizo el gato en el muro.

_Vaya que es bonito para ser callejero_ el gato seguía maullando como que dependiera de eso su vida, aferrado al muro_ creo que no es callejero, esta bien cuidado_ abrió completamente sus ojos, el sueño todavía la dominaba, y con el frío empeoraba la situación_ me da igual_ y sin medir la consecuencia tiro el agua, todo paso en minuto pero, para aquella chica parecieron años.

Marrones con azules avellana se miraron, la morena se sorprendió cuando el agua se desplazo de aquel gato blanco, parecía que hubiera tenido un paraguas invisible, con elegancia el gato se dio la media vuelta, salto del muro, sus ojos no la dejaban de mirar, intentaba moverse pero no podía, gritar, llorar, llamar a su mamá, nada, simplemente su boca no se abría, sus ojos siguieron al gato  era el único sentido que tenía, vio como el gato se perdió por al pies del edificio, cerró los ojos escuchando otro maullido, el sudor bajaba por su mejilla a medida que el maullido se iba aproximando, temió por su vida, su boca estaba pastosa y su garganta seca, su estómago gruñia por el habré y sus piernas bailaban al son de la lambada.
Abrió los ojos y grito en silencio cuando el gato blanco estaba parado en el filo de su ventana, intento cerrar los ojos nuevamente pero no pudo... Era el gato más hermoso que sus ojos habían visto, su pelaje brillante y blanco, sus bigotes, y su pequeña nariz le daba un sensación de supeorioridad, se preguntaba que pasaba, pero no lo sabía, intento pedir ayuda, cuando el gato le sonrió, 'esto es un maldito sueño', se repetía una y otra vez, era la única explicación que encontraba.

_No es un sueño querida_ sus ojos se abrieron mucho más de lo que estaban, esto era una pesadilla, intentaba moverse viendo como el gato langüeteaba su pata derecha con elegancia, todo en el parecía de la realiza, el gato se estiró para después bostezar. 'Esto es un maldito sueño'.

_Te he dicho que no lo es, te he estado buscando más de una década _ salto de la ventana para subirse en la cama, con un maullido hizo que la chica nuevamente se virara, poniéndose enfrente suyo, movió ligeramente su pata derecha para cerra la ventana_ sinceramente estaba perdiendo la esperanza, pensé que mi padre me había metido, viejo amargado, pero me alegra haberte encontrado, bueno en este caso tu me encontraste a mi...

_¿Quien eres?..

_ Soy el hijo de un Dios, de tu Dios...

_¿ De mi Dios?, esto no es real. ¿Que quieres de mi?..._ El gato se tumbó sobre sus patas delantera.

Antigato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora