Un error de cálculo en el tiempo podría costarle sus vacaciones, pero no era posible, sus amigas lo planearon una y otra vez con ella, SUS AMIGAS, se supone que ellas no te dejan de lado solo por comenzar una relación amorosa... malditas, ya no podí...
Gumii quizo jugarle una broma a Brigitte encerrándola en su habitación. Era viernes y las clases apenas terminaron, las estudiantes se alistaban para salir de la institución despues de que cada semana convivieran seis días en el internado, podían ver a sus familias o hacer realmente lo que quisieran, sin embargo se debía volver el sábado por la noche.
Ella y su grupo de amigas, Crist y Edmar lo alistaron todo, el plan:
›Crist la distraería, tenía que convencerla de ir a la sala 3-1 para decirle "algo".
›Gumii entraría al cuarto minutos antes de que Brigitte regrese a buscar lo que Crits le pedía, se llevaría todo lo que hiciese que su encierro ahí sea más placentero, juegos portátiles, botanas, auriculares, historietas, cualquier cosa, lo que encuentre.
›Y Edmar esperaría fuera del cuarto de Brigitte, se aseguraría de que Brigitte entre luego de que Gumii salga sin ser vista por nadie, finalizando con encerrarla en el acto.
—¿Qué es lo que tenías que decirme?. —preguntó Brigitte muy ansiosa.
—Es que... —Crist hizo una pequeña pausa, mientras que la otra enarcaba una ceja esperando por respuestas —¡Es que NECESITO que me prestes! Una camisa.
Brigitte se burló casi sin querer, ahogando su carcajada en una risa entrecortada, no lograba entender porque tanto drama solo por eso. —¿Qué? Jajaja, no te preocupes, tengo una en mi habitación, si quieres puedes ir a acompañ-
—¡No! Yo... —interrumpió, la mentira era un poco demasiado patética, pero ¡Se la creyó! Y aún no salía de su asombro, fue fácil.
—¿Tú? ¿Tú qué?
—Jajaja, nada —continuó. —solo que no puedo ir ¿Sabes? Me da mucha vergüenza pedirte esto y no quisiera que los demás se enteren de que voy por ahí pidiendo prestado ropa.
—No te preocupes, será rápido, tengo una rosa del León de SU, te verás muy tierna en él, lol.
—No es por eso, yo en serio quisiera esperarte acá... por favor. —la pequeña realizó un puchero, y tal y como la convenció al inicio traiéndola hasta el aula, le hizo irse a su cuarto dejando sus cosas con Crist en el salón, mientras ella esperaba ahí.
Brigitte no quería hacer más preguntas, era obvio que mentía, sin embargo, mentía por una buena razón, porque ¿Qué clase de cosas malas podría atreverse a hacer la pequeña Crist? Ella incluso, en una ocasión la defendió de sus otras dos amigas, la chiquita era la única buena persona de ese trío tan aclamado por todos en la escuela, ni siquiera sabía porqué ella se juntaba con esas dos, quizás compasión y lastima o el deseo de querer ser como ellas, quien sabe, de todos modos seria un desperdicio si esa fuera la razón ¿Entonces? así es, Crist no haría nada...
La más baja veía a Brigitte alejarse, le sonríe y despide con la mano cuando estaba a punto de doblar la esquina del pasillo por el cual llegaron, la aludida corresponde e igualmente imita los gestos mientras desaparece de su vista.
La pequeña sonríe triunfante y maliciosa, sabía lo que seguía y corrió al patio a esperar a Edmar y probablemente a Gummi.
... minutos después.
—¡Edmar! —saltó la más baja a los brazos de su compañera.
—Cristy ¿Lo hiciste todo? —le sonrió dulce.
—¡Síi! Ya te dije que no me gusta que me digas así, mejor llámame con mi nombre real ¿Sí? —mustió con brazos cruzados.
—Okay, perdóname por favor, sabes que es porque te aprecio mucho. —soltó los brazos de Crist y los puso sobre su propio cuello obligando a que la abrazase.
—Si lo harías me tratarías como quiero, no importa... ¿Qué tal te fue a ti? ¡Encerraste a la perra! ¿No? JAJAJA dime que sí lo hiciste.
—Sí, todo bien. —dijo con seguridad, inflando el pecho, mirando quien sabe a donde esperando felicitaciones por parte de su novia —Tal y como lo planeamos... Ah ¿Y Gumii?
—¡Lo sabía! —le hizo saber su alegría dejando un fugaz beso sobre los labios de la más alta —Y Gumii no sé, pero no hay que esperarla, me dijo que no se quedaría a pasar la tarde con nosotras, porque estaríamos ignorándola, como la última vez que nos quedamos en su casa ¿Lo recuerdas?
—Sí... ¿Segura que no quiere?
—No lo sé, pero se veía fastidiada y no quise insistir.
—Que haga lo que quiera, nosotras nos vamos ¿Te quedas hoy en mi casa? Mi mamá tiene un retiro y mi padre hace turnos de noche los viernes, podríamos... ya sabes —le sonrió traviesa —Tal vez usar su cuarto para las cosas que quera-
—¡Vamos! \;-;/
... mientras tanto en la ciudad de Saltadilla(?).
—¡ABRAN! ¡OIGAN! —golpeaba con furor la puerta.
—No vendrán... —menciona suspirando resignada, tirada al lado de un puf.
—¿Cómo sabes?! ¿HAY ALGUIEN AHÍ AFUERA?! —persistiendo con los golpes, eran tantos que lograron irritar la paciencia de Gumii
—¡Deja de tocar! No hay nadie ¡Mira la hora! salimos a las 3 ya son las 5, todas se han ido —Sentenció al mismo tiempo que un "sin mí" completaba la oración en su mente.
Ese receso largo de los viernes, ese genial receso para un par, pero el peor de todos para estas otras dos, había comenzado.
La vida era una burda secuencia de estúpida situaciones, un día estás bulleando a tu nerdtaku peliroja favorita y al otro estás prácticamente obligada a pasar todo lo que quedaba del día y el siguiente encerrada con ella...
Para una de las dos no sería completamente malo.
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