Reflexiones

Globo incomprendido

"A veces costaba distinguir si el globo estaba cargado de helio o aire. Era una tediosa tarea diferir con lucidez si se trataba de fuerza o debilidad.

En ciertos momentos, parecía que estaba en el suelo, y en otros tantos, que flotaba bien alto.

Importante es, tener en cuenta que se trata del verbo "parecer", para sostener así, que sólo se trataba de apariencias, porque si se achinaban los ojos de una manera particular, el globo efectivamente estaba a punto de tocar el suelo, y ya no se habla de conjeturas, sino de una certeza clara como el agua.

Todos los días era un desafío descifrar la posición del globo, ya que se transformó en un experto en confundir visiones, de nuevo la misma duda ¿Helio o aire? ¿Un poco de ambas? ¿Fuerza, debilidad?

En ocasiones, a simple vista se podía determinar que el globo estaba decaído, o quizás demasiado alto. Jamás se sabía el por qué de tal suceso, porque no hablaba, simplemente hacía su labor básico.

A veces sólo se trata de achicar o afilar la mirada, no vaya a ser que de lo contrario, por verlo alto sin dudar, de un momento a otro no haga falta la intuición para observar de una vez, que el globo siempre estuvo casi en el subsuelo: tanto tiempo innecesario, que se pinchó y explotó ¿Se puede arreglar acaso un globo ya pinchado? ¿O era mejor opción evitar dar por sentado que estaba en la cima? ".

No seamos el globo que confunde visiones, ni tampoco quienes esperan sentados a que el globo hable de la nada misma.