Capítulo 1. El deseo de una estrella

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"Si tienes un sueño en tu corazón, y de verdad crees en él, corres el riesgo de que se convierta en realidad"
— Walt Disney

Capítulo 1
Luna

Aquella era una hermosa noche de verano como cualquier otra, el cielo se encontraba cubierto de resplandecientes estrellas, la luna brillaba alegremente y el viento soplaba armoniosamente en una agradable corriente que de vez en cuando hacía ondear mi cabello rubio.

Mi nombre es Luna Robinson, curso el cuarto grado de secundaria y soy como cualquier chica común y corriente, o al menos eso me gustaría ser, ser como aquel típico estereotipo de adolescente, aquella chica un poco loca y extrovertida que no le teme a nada, aquella que sale de compras con un montón de amigas y habla de chicos en las noches, aquella que esta llena de amores fugaces y que no le teme a nada.

Claro que, a final de cuentas los estereotipos no existen.

Un suspiro se escapa de mi boca.

Si tan sólo esa chica fuese realmente real.

Pensándolo bien me gustaría ser un poco más como las demás, no es que me queje de mi vida, pero si por un momento pudiese cambiar un aspecto, definitivamente cambiaría mi vida social. Decir que me va un poco mal con las personas es poca cosa, creo que simplemente no soy buena haciendo amigos, y no es como si la culpa fuera completamente mía, es un tanto más complicado que eso.

Todo comenzó desde los inicios de mi vida estudiantil, rechace a la que en algún momento seria la chica más popular y linda de la escuela y aquella que se convertiría en un futuro en mi peor pesadilla.

Si me pidieran describirme diría que no soy más que una chica tímida, con una vida social inexistente y sin amigos, al menos que mi gato pueda contar como uno.

Para resumir la vida me ha enseñado que algunas veces las personas pueden ser malas.

Mi vida escolar es casi una tortura para mi. Supongo que con el tiempo uno puede llegar a acostumbrarse a las constantes burlas y bromas, y también a reaccionar con el nombre de catástrofe-Robinson.

Soy una nerd y admito que suelo ser un tanto despistada al punto de tener pequeños accidentes, pero, ¿acaso eso esta realmente prohibido?
Al menos hasta ese punto puede llegar a ser soportable, aprendí que ellos simplemente no llegarían a nada mas si los ignoraba, y eso funciono, al menos por un tiempo, sin embargo, conforme pasaba el tiempo aquellas bromas fueron subiendo cada vez más de nivel hasta el punto en el cual los empujones o tropiezos ya no fueron suficientes, no señor, podía soportar los objetos lanzados hacia mi o el que mis cosas desaparecieran por un tiempo, a fin de cuentas siempre las encontraba en donde menos lo esperaba, pero llegaron hasta un punto en el cual las bromas comenzaron a preocuparme, y todo empezó con la cubeta de agua helada que arrojaron sobre mi a mitad del año escolar, una experiencia horrible, nadie en el mundo merece que durante un tranquilo día de clases a mitad del pasillo le sorprendan con una ducha helada frente a toda la escuela.

Por alguna extraña razón los responsables de esa acción nunca fueron encontrados, y por "extraña razón" me refiero a que la chica que lidera todo eso es hijastra de director de la escuela.

Eso es molesto, pero aun así, a pesar de todo no es como si pudiera defenderme por completo mi autoestima ha estado completamente destruida desde hace un buen tiempo, ella realmente hizo un buen trabajo en ello.

Y tal vez es mejor así, de esa forma ya no pueden dañarme aun mas.

Pero pensándolo un momento, ¿ésto no es el cliché de la típica chica nerd que al final se enamora de un chico nuevo y guapo que llega a la escuela?

Nah.

Un escalofrío me recorre, la corriente comienza a sentirse aun mas fría que antes y por mero reflejo acarició el anaranjado lomo del gato sobre mi regazo. Apolo siempre ha sido mi mejor amigo, quien dice que los animales no tienen sentimientos, el siempre ha estado conmigo en todo momento y es como si el pudiera entenderme.

Y regresando a mis recuerdos.

Encontré a Apolo un día durante el camino de la escuela a mi casa, la lluvia ese día era tan fuerte que apenas me di cuenta del singular gato anaranjado que me seguía hasta que escuche un maullido detrás de mí. Era un bonito gato de pelaje hermosamente naranja y con líneas blancas con unos grandes y astutos ojos verdes y antes de que realmente lo pensara ya tenía al gato entre mis brazos en camino a mi hogar, desde entonces Apolo y yo hemos sido inseparables.

¿De dónde salió el nombre de Apolo? Realmente no lo sé.

Regreso de nuevo a la realidad con la mirada que Apolo me dirige, como me gustaría saber que es lo que piensa. Después de unos cuantos segundos el vuelve a acostarse en mi regazo.

Aunque a decir verdad mi vida no es tan mala. Vivo con mi hermano mayor Justin, mis padres acostumbran a viajar constantemente por su trabajo y pocas veces están en casa, a pesar de eso, ellos siempre se han preocupado por nosotros y durante el tiempo que pasan fuera estamos con nuestra querida niñera Trudy.

Trudy es una mujer singular, siempre carga una gran sonrisa y un olor a galletas de mantequilla, tiene casi la misma edad de mis padres y siempre parece ser más joven de lo que es. Con su cabello negro con ondas que parecieran salir de un día de playa, su piel blanca y unos curiosos ojos almendrados Trudy es la mejor niñera que Justin y yo podíamos tener.

Trudy se fue de vacaciones por un tiempo, al menos hasta que terminen las vacaciones de verano, por fin la escuela termino y pronto será mi cumpleaños, probablemente mamá me envíe una tarjeta de felicitación con motivo de mi cumpleaños y mi padre me enviará un hermoso y caro regalo, tal vez, con el mero propósito de justificar su ausencia. Adoro a mis padres, pero su ausencia me duele.

Abro mis ojos y miró el cielo otra vez, acostada sobre el pasto pienso sobre mi vida, y admito que esta no es mala, sin embargo, aún así hay algo que me inquieta, una sensación de vacío en mi interior y algo que me indica en lo más profundo de mi memoria que por años he olvidado alguna cosa o un hecho realmente importante, tal vez el recuerdo de algo que perdí "hace mucho, pero mucho tiempo atrás", algo que la luz de la luna trata de hacerme recordar.

¿De dónde salió esa frase?

Sigo pensando mientras dirijo mi atención a las estrellas.

Una estrella fugaz.

Vamos Luna, pide un deseo.

-Desearía encontrar a mi guía, recordar lo olvidado y... encontrarlo a él.

Hace años que no pido un deseo a una estrella y antes de que me de cuenta las palabras salieron de mi vocación sin pensarlo, ¿De donde vino ese deseo? ¿Y desde cuándo hablo tan poéticamente?

La estrella desaparece en un parpadeo mientras pienso en mi pregunta hasta que una sensación extrañamente cálida se apodera de mi.

¿Como es esto posible si hasta hace un momento sentía el viento frio?

Pero antes de comenzar a crear más preguntas en mi mente una luz blanca y brillante me rodea hasta cegarme, creo que grite, no estoy muy segura por qué inmediatamente todo se vuelve oscuro.

Hola querido mundo de la internet, me presento yo soy La Gran y Poderosa Lunasollunit. O al menos sólo Lunasollunit.
Espero que les guste esta nueva historia.
Que la suerte de la luna los acompañe. Lunasollunit. ♡

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