Iba caminando tranquila y se me callo una moneda, la seguí y paro en una cafetería, la moneda no era de valor, callo en sello, la di vuelta en cara y la deje ahí, entre a la cafetería pedí un café y agarre un libro. Hubo un momento en el que me dio por mirar hacia afuera, vi un chico, que recogio una moneda, deje todo y fui donde el, me miro, y me pregunto si era mío, afirme con la cabeza y me invito a tomar un café, ahí inicio la historia más linda de mi vida.