Hello, Angel [BaekHarem]

Prólogo.

❀Kim JunMyeon❀

—BaekHyun... —El mencionado siente un escalofríos por todo su cuerpo y deja salir un pequeño jadeo, sintiendo como su cadera es tomada con fuerza por aquel hombre que no para de sorprenderlo. Quién diría que detrás de esa dulce cara estaba alguien hambriento de sexo.

Su cuello es atacado sin piedad, besos espontáneos trazando un camino hasta las clavículas que son expuestas tras un fuerte tirón, los primeros botones de su camisa blanca perdiéndose en la oscura habitación. Otro gruñido, una estocada potente y BaekHyun ya estaba hecho un lío de preciosos suspiros y gemidos en forma del nombre del hombre que en ese momento tenía toda la intención de comérselo entero. Y mierda, tiene tantas ganas de que suceda.

—Eres tan delicioso... —BaekHyun ladea la cabeza y de inmediato la suave lengua se pasea de abajo hacia arriba por todo su cuello, con destino a una de sus orejas para torturarla de una manera exquisita—. Me tienes tan caliente, joder —Y para hacer énfasis en sus palabras presiona su miembro aún cubierto contra uno de los muslos de BaekHyun, quien jadea de anticipo por su tamaño y se restriega ligeramente contra él.

—Ah, J-JunMyeon...

Byun BaekHyun, veintidós años, estudiante de Medicina Veterinaria en su penúltimo semestre, a punto de viajar muy lejos para cumplir su sueño, mismo que se gana la vida —de momento— en una agencia de Caballeros de compañía por una noche.
Pero de seguro se preguntarán: ¿por qué entonces lo estaban tocando de esa manera si su trabajo se limita a servir de acompañante? Pues, nadie dijo que era una agencia común y corriente.

Al principio se piensa que sí lo es, pero eso es sólo una fachada para entrar en los perimetros de legalidad, porque es bien sabido que la prostitución era de todo menos eso. Pero eh, tampoco es que sean prostitutos.
Ellos sí son Caballeros de compañía, pero con ciertos... beneficios; mismos que son bien pagados y dejan satisfechos a cada uno de los clientes que se acercan por mera curiosidad o simple costumbre.

BaekHyun se perdería contando todos los lugares que ha visitado: Hoteles de cinco estrellas, fiestas de empresarios, reuniones familiares en los bares más costosos de la ciudad, cruceros e islas privadas..., mierda, hasta consiguió salir con el hijo del alcalde —el cual estaba frustrado sexualmente. Mujeres jóvenes, mujeres que aparentaban serlo, cuarentonas divorciadas, hombres jóvenes, hombres que aparentaban serlo, cuarentones calientes y la lista sigue y sigue. BaekHyun tiene la certeza de que si reune a cada una de las personas con las que estuvo en un bar común, éste estaría repleto.
Pero no se confundan. Ese estar no se refiere sólo al sexual, porque a fin de cuentas muchos de ellos sólo lo pedían como acompañante, alguien que podría cubrir un hueco en algún evento especial para no quedar mal. Sólo unos pocos pedían esos tratos, y aún así él tiene todo el derecho de decir que no.

BaekHyun es conocido en la agencia como uno de los mejores. Su actitud chispeante, temas de conversación sin fin, adaptación rápida a la situación, buenos modales, caballerosidad, elegancia, talento para el baile y canto, y una muy buena capacidad de llevarse bien con todos lo tiene en la cima, y eso estaba bien. Todo era más sencillo de esa manera.

Pero claro, tampoco hay que ignorar su físico, mismo que puede hacer dudar de su sexualidad a cualquier persona: Sus ojos pequeños y caídos al final, voz suave y melodiosa, nariz bonita, labios rosas y delgados, quijada afilada, cabello rojo y con un flequillo hermoso que cubre su frente, más su preciosa piel blanca, lo son todo. Byun BaekHyun es un ángel caído del cielo, que ocultó sus alas pero conservó su voz para recordarle a todos de dónde viene.

—Mirame en todo momento —Pide JunMyeon con su suave voz, descendiendo de a poco por su pecho ahora libre de esa camisa blanca y saco negro. BaekHyun acata la orden, luchando con todas sus fuerzas para no cerrar sus ojos por todas las sensaciones que lo abordan.