Pese a los constantes intentos de su madre Giulianna por hacerla con un esposo y asegurar no solo su futuro sino su estatus social, Deana Salvatore se niega rotundamente a la idea del compromiso, rechazando a cada caballero que se ve interesando en su mano.
Una noche luego de una cena tensa en la que la mayor de las hermanas mostró su negativa ante el último de sus pretendientes, su madre no pudo tolerar más la situación, furica descargo toda su ira sobre su hija, maltratándola física y psicológicamente como ya le era costumbre, mas esta vez un ultimátum fue puesto sobre la mesa.
Aferrada a la idea de que su hija no sería una desvergonzada y mucho menos una solterona buena para nada, optó por poner en marcha la opción más factible para cualquiera: ingresarla a un convento como novicia*.
"Puesto que el casamiento era algo que se preparaba desde que la niña nacía, había suficientes intereses, dinero invertido y expectativas que impedían a la hija tomar una decisión contraria al deseo de los padres. Y si ocurría, como efectivamente, ocurrió muchísimas veces, el riesgo era enorme. La joven podía ser desheredada y antes de eso, presionada de muchas formas para que desistiera de su propósito. La única solución en estos casos, si la hija persistía, era el ingreso en un convento".
Deana consiente de la posible realidad que le esperaba no puede pensar en nada más que en el futuro de su hermana, conocía a su madre mejor que nadie, había vivido en carne propia los estragos de los abusos a los que Giulianna le sometía, todo ese tiempo su único objetivo en la vida había sido proteger a Stefanie y ahora su madre le arrancaba esa posibilidad de las manos al querer alejarla de ella.
Con las lágrimas rodando libremente a través de su rostro y la furia ardiendo en su interior la ojiazul hace aquello que tanto odiaba, rebajarse a la voluntad de su madre y rogar esperando que el acto le permitiera seguir al lado de Stefanie. Sin embargo su madre en una mujer feroz y una vez una decisión se ha visto tomada no dará su brazo a torcer, así pues en medio de la desesperación le ofrece un trato: asegura que su comportamiento será excelente, contrario a lo que Giulianna esperaría de ella, ninguna queja le llegará en su nombre, daría lo mejor de sí en el convento siempre y cuando le permitiera comunicarse con Stefanie por medio de cartas, y en dado caso la respuesta a su petición fuera negativa, la joven se aseguraría de ser expulsada trayendo más vergüenza sobre la familia.
La inflexible señora Salvatore cede y un par de días después luego de una emotiva despedida entre las hermanas, Deana parte con la imagen de aquella última mirada gélida y silenciosa recibida de su madre repitiéndose incansable en su mente.
El trato permanecía en pie y así seguiría siempre y cuando Giulianna cumpliera su parte.
"Porque deja una doncella la casa de sus padres, donde era tenida y regalada, donde estaba vestida de oro y seda, donde todos la estimaban y traían en palmas, encerrarse en un monasterio y cargarse de tres votos esenciales al estado de monja, y de trescientos penosos de llevar a la inclinación natural y propia, donde ha de estar en cárcel de por vida -aunque es cárcel de hidalgos honrosa, mas al fin es cárcel y encerramiento perpetuo-, donde su vestido es la mortaja con que su cuerpo ha de ir a la tierra, donde el regalo es poco y el trabajo, mucho, donde, si ha de ser la que debe, debe desear ser tenida en poco y menospreciada mucho..."
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tvd and to ❛genderswap❜
Fanfictioncast y trama de la historia si los personajes que conocemos hubieran sido del sexo contrario.