micaela ; nachoela.

4 ; te quiso a ti.

Y sus gritos le alarmaron, Nacho sabía de que se trataba pero esta vez parecía ser más grave pues se escuchaban cosas estampar contra el suelo y no le quedo más que bajar las escaleras para ver que pasaba aún arriesgándose a estar en un simple bóxer.

—¡YA PARA JODER! —la escena fue lo que más le destrozo, Ramiro estaba peleando con algo inexistente lanzándole cosas al azar y es que no le destrozaba el que estuvieran perdiendo objetos tan valiosos por lo histérico que estaba su hermano sino que este estaba en una esquina abrazándose a si mismo y moviendo con rapidez su cuerpo de un lado al otro.

Según lo indicado parecía que estaba llorando y era exactamente eso, Nacho quiso acercarse pero este levantó su rostro con rudeza reencontrándose con este, sus ojos estaban rojos y sus pupilas dilatadas. Se levantó del suelo y con lentitud se acercó hacía el patio aún siendo seguido por Nacho pues este parecía no captar que estaba allí, su vista se dispuso a observar la piscina y Nacho por segundos pareció comprenderlo todo.

Por primera vez le veía llorar por la rubia y esto lo supo en cuento susurro su nombre y volvió a llorar cual desquiciado, se sentó a su lado y sumergió sus pies en el agua aún sabiendo que este no lograba captar su presencia.

—Va a sonar realmente estúpido pero no llores —sabía que era lo peor que podía decirle pues a pesar de decirle lo mismo este no pararía.

—Es sorprendente que el gran Ramiro, el chico fuerte que no lo derrotaba nadie en este momento este llorando y no por cualquier cosa sino por amor —Nacho rió aún sin recibir respuestas de este,— sin embargo el llorar no esta mal.. No sé si te lo dije pero te admiro mucho, siempre has sabido defenderte y salir adelante sin necesitar de los demás, a comparación de mí eres valiente y consigues siempre lo que quieres e incluso fuiste tú la primer persona que logró hacer enamorar a Micaela.

Finalmente le observó esta vez para empujarlo a la piscina.

—No necesito la lastima de mediocres como tú, el que seas mi hermano no te da el derecho de verme en este estado y mucho menos aconsejarme así que guardate los consejos que no los necesito —acto seguido sorbió su nariz y se inclinó hasta la mano de su hermano.

—Fuiste tú quien ganó, a final de cuentas ella te tomó más cariño a ti.

Y luego de ello fue rescatado por la misma persona que lo empujo, Ramiro nuevamente lo hizo y lloró delante de este.

—P-p..por favor pídele que se vaya, esta arruinándome.