prèmiere

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las luces ocasionadas por todas las cámaras que rodeaban el auto mareaban un poco al rizado, haciéndolo cerrar los ojos ligeramente, maldiciendo en voz baja se acomodó el cabello, tomando una respiración profunda antes de bajar del auto cuando su guardia le indicó desde fuera; aquellas luces molestas se volvieron aún más potentes contras sus fanales esmeralda, causando que sus pupilas se contrajeran en un vago intento por percibir menos luz y que ésta no le hiriera la vista.

se encontraba pulcramente enfundado en un traje que él mismo había diseñado, saludó con la mano a los papparazis que ahí se encontraban y comenzó a caminar en dirección al sitio donde su evento de invierno se llevaría acabo, estaba ciertamente emocionado, fue tirado suavemente por una entrevistadora, provocándole un gruñido, su guardia lo apartó del lugar y permitió que caminara hasta encontrarse en el cálido cobijo de la enorme estructura, lucía todo justo como el planeaba.

  — ¡señor styles! –gritó la única persona en quien realmente confiaba para preparar su desfile tirando de él para que viera a las modelos que desfilarían en su pasarela.

  — maravilloso. –dijo castamente antes de girarse a mirar los detalles en vestidos, chaquetas e inclusive zapatos que las chicas usarían, todo iba perfecto, nada podía salir mal.

  un par de manos sujetaban los cabellos castaños del ojizarco mientras éste vaciaba su estómago en un callejón aledaño al centro de la ciudad, donde los mejores bares se encontraban, vaya que lo había comprobado, eran los mejores, sin embargo su estómago no pensaba lo mismo luego de haber terminado él sólo con una botella entera de vodka mientras varios trogloditas le gritaban al unísono “¡Fondo, fondo!”. era totalmente seguro que louis tomlinson no defraudaría a personas que confiaban terminaría con esa botella.

  ahora mismo se reprendía por haber hecho tal idiotez.

— ¡te dije que terminarías malparado si seguías bebiendo eso, louis! –se escuchó en el silencio del callejón el bramido de liam una vez que louis dejó de vomitar.

— pareces mi mamá, ugh. –limpió sus labios con asco y se limpió en los jeans de su amigo castaño, éste hizo una mueca de desagrado, pero no le sorprendió, conocía de sobra la falta de recato en su mejor amigo.

pronto ambos se fueron del lugar, dejando ahí una parte del menor que aún se sujetaba de su acompañante, sintiendo que en cualquier momento podría morir por lo mal que se sentía, liam tomó un rumbo que louis no conocía en absoluto, sin embargo podía ver que un gran alboroto se armaba ahí mismo, se colocó de puntas tratando de mirar pero le era imposible, y ni siquiera pudo pedir ser llevado más cerca porque se encontraba solo entre la gran multitud, buscando desde su bajo rango de vista la espalda ancha de liam, no lograba localizarlo, así que sus instintos lo llevaron a buscar una salida de tal barullo, caminó empujando a varias personas que insultaban o intentaban empujar al menudo chico, aunque les era imposible pues lucía un poco amenzante, salió en una calle que rodeaba la gran galería y jadeó, apoyándose en uno de los muros, había notado apenas que era una calle sin salida, estaba por darse vuelta y volver por donde había venido cuando una puerta a su costado se abrió, revelando una figura alta que olía a cigarrillos y una colonia que no lograba reconocer, ni siquiera pudo mirar hacia arriba cuando tuvo una arcada que lo hizo vaciarse de nuevo, la combinación de olores era satisfactoria, pero no para su intoxicado sistema, abrió los ojos luego de aquello, unos zapatos color negro estaban ahora llenos con la única cena que había tenido, no quería mirar hacia arriba, sin embargo un estruendoso grito lo hizo mirar hacia arriba.

— harry traj- ¿¡quién mierda es él!? –pudo reconocer un acento foráneo en la voz del nuevo intruso, podía jurar que moriría si seguía viendo los obscuros ojos del sujeto que acababa de ser víctima de su sensible estómago, los fanales estaban bañados en enojo.

— maldición.

  aquello último fue lo único que logró decir antes que la mano grande y decorada con anillos tirara de él dentro, forcejeó pero su pequeña anatomía no podía con aquel fornido hombre, y el rubio que gritaba cosas que no lograba comprender, salvo algunas de ellas, que el chico decía afortunadamente en su idioma.

— ¡el traje, y los zapatos, éste idiota les vomitó enzima! –señaló a una chica con cabellos purpura.

louis miraba confundido a todos lados, sólo eran un par de zapatos, y parecía ser el fin del mundo para aquel rubio, ni siquiera el afectado lucía demasiado enojado, sólo sujetaba el puente de su nariz respirando como si de un toro se tratase.

  — exagerados... –la suave y aguda voz de louis se escuchó una décima más alta de lo que deseaba, aunque el grito que hubo fue mucho más alta.

  — ¡ni con toda tu maldita vida podrás pagar la reposición de esos zapatos! ¡idiotom rebenok! chto delat', yesli vy ne znayete, kto vy?

louis juró que trataba de contener su risa, por simple educación, claro que louis desconocía la palabra, así que estalló en una estruendosa carcajada.

— No, no lo sabe, no lo culpo, sin embargo. –el rizado murmuró con la voz profunda y finalmente el ojizarco se levantó, cruzándose de brazos.

— Estúpido niño.–las manos pálidas del rubio sujetaron fuertemente los hombros de louis, pero rápidamente fue empujado lejos.– ¡Fuera de aquí antes de que te asesine con mis propias manos!

el dedo medio de louis se elevó antes de que saliera de aquel sitio de locos, el alcohol estaba fuera de su sistema ya, así que se apresuró a alejarse e ir a su casa.

mientras que en aquellas instalaciones el huracán que era niall gritaba al teléfono que trajeran un nuevo traje y la pelipúrpura anunciaba que se demorarían unos minutos más en comenzar.

maldito niño de ojos azules robados del mismísimo cielo.

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⏰ Última actualización: Aug 03, 2017 ⏰

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