El pequeño tritón (TodoDeku)

Capítulo 2: Parte de él

Midoriya Izuku, así se llamaba el pequeño tritón, heredero del Reino del Mar e hijo adoptivo del Rey Toshinori Yagi, le encantaba vivir rodeado de sus demás amigos, sirenas y tritones convivían en paz, más sin embargo él tenía mucha curiosidad por visitar la superficie, desde que era un pequeño que apenas empezaba a saber cómo usar su aleta, Yagi le contaba sobre los seres humanos, decía que la mayoría de ellos eran buenos, pero que la ambición y la maldad invadían sus corazones, por ello le restringía conocerlos, más como buen niño, la curiosidad siempre le ganaba, cuando cumplió 7 años sin que nadie lo viera salió un poco a la superficie, observó un enorme castillo, la arquitectura era hermosa, marfil y oro cubrían las paredes, parecía un lugar mágico... cerca vio una playa y se acercó, tocó la arena, ese extraño polvo que cubría la mayor parte del espacio, tomó algunas conchas y las inspeccionó, estaba maravillado con cosas tan simples que daba ternura verlo, de pronto escuchó un sonido... más bien un lloriqueo, sabía que podía correr peligro pero se arrastró un poco mas, a la vuelta de una gran roca, alguien parecía ocultarse ahí... era la puesta de sol, por lo que aún había luz, un pequeño niño de su edad y de cabellera bicolor estaba hecho un ovillo, lloraba sin parar, una pequeña venda cubría su ojo izquierdo, Izuku se quiso acercar, pero escuchó que alguien venía, por lo que se lanzó de nuevo al mar, y desde ahí lo vio, a un gran señor, rodeado de fuego y sus enormes gritos le provocaron escalofríos -¡¡Shoto!! ¡¡Shoto!! ¿¡Dónde estás?!-

El pequeño de cabellera de nieve y fuego alzó su rostro, intentó ocultarse más, parecía muy asustado -¡¡¡Todoroki Shoto!! ¡¡Sino sales ahora mismo estarás castigado hasta que seas mayor de edad!!-

Lo encontró, y sin medida alguna lo jaló, el pequeño gritó y lloró -¡¡Déjame!! ¡¡Quiero a mi mamá!! ¡¡¿¿Dónde está mamá?!?!-

-¡¡Tu mamá ya no está!! ¡Así que deja de llorar, eres un hombre y como tal te vas a comportar!- lo jalaba del brazo y el niño era casi arrastrado

-¡¡Te odio!! ¡¡Te odio!!-

Desaparecieron dentro del castillo, el corazón de Izuku por primera vez experimentaba sentimientos nuevos, había querido ir a consolar a ese niño, parecía estar sufriendo mucho, sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas, le dolía su corazón... -Todoroki kun...- susurró, regresó a su hogar y le contó a su padre lo que había hecho, y también lo que había visto, esperó un regaño y un castigo pero en cambio él le dijo

-El rey que vive en la superficie y dueño de ese castillo se llama Todoroki Enji, señor del Fuego Eterno, más su corazón está enfermo de rencor y venganza, puesto que hace años él quiso nuestro reino conquistar pero su plan se arruinó, desde entonces juró venganza contra mi pueblo, tiene un pequeño hijo, él cual quiere usar para su poder incrementar-

-Entonces ese hombre es malo ¿verdad papá?-

-Así es Midoriya shonen, por eso no quiero que regreses a la superficie ¿entendido?- lo abrazó tiernamente

-Está bien, lo prometo...-

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Así era el recuerdo de Izuku cuando vio por primera vez a Todoroki cuando era pequeño, ahora veinte años tenía, y a pesar de lo que le dijo a su papá de vez en cuando salía, principalmente de noche, así con los años lo vio crecer y convertirse en un hermoso joven, una cicatriz cubría la mitad de su rostro del lado izquierdo, y su mirada bicolor era diferente, con los años se enamoró de él, pero sabía que eso era un sueño imposible, cada noche, Izuku iba a su cueva secreta, un lugar donde escondía sus grandes tesoros, le encantaba explorar los barcos que se habían hundido, y justo hace unos días había encontrado algo que le dio inmensa alegría... una estatua a tamaño real del príncipe Todoroki, al parecer era un regalo por su cumpleaños, pero el barco encalló y todo se hundió, grata fue la sorpresa del tritón cuando encontró aquel tesoro que no dudo enseguida guardarlo... todas las noches la visitaba, pasaba horas observándola, la estatua estaba tan bien detallada que uno que otro suspiro exhalaba, a veces incluso platicaba con ella