CELOS

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Estaba en un parque para niños con Sarada, esperaba una tarde tranquila mientras observaba como mi pequeña hija disfrutaba de los juegos pero dicen que lo que planeas no se cumple y mis planes de tranquilidad no serían la excepción.

El molestoso de mi mejor amigo Naruto Uzumaki, más conocido como el séptimo hokage, también estaba allí cuidando de sus pequeños hijos Bolt y Himawari, mi tarde de paz se había ido a la mierda, es bien sabido que el dobe habla más que una lora mojada.

Cuando ya me había resignado a aguantar sus quejidos y burlas apareció el rarito de Sai, esa mala copia mía venía con el hijo que había tenido con la Yamanaka Inojin que pronto se uniría al juego con Sarada y los hijos del dobe. El rarito se sentó con nosotros, genial una reunión del equipo 7, solo faltaban Kakashi y Sakura para completarla. Y hablando del rey de Roma y el pervertido que se asoma pero venía acompañado del pequeño Mitsuki a quien cuidaba como si fuera su hijo junto con su esposa, quien lo diría Kakashi había formado una familia también y yo que pensé que iba a quedarse solterón toda la vida, no sé cómo un anciano como él todavía tiene vida sexual.

Así paso la tarde en medio de las idioteces de Naruto, las preguntas estúpidas de Sai y las perversiones de Kakashi pero aun no acababa mi sufrimiento.

-hey teme...

-que quieres dobe

-parece ser que dentro de algunos años serás familia con los Yamanaka.

Fruncí el ceño, ese dobe estaba cavando su propia tumba.

-¿a qué te refieres dobe?

-a que Inojin está muy coladito por Sarada y creo que ella no le es indiferente.

Voltee a ver a mi Sara, estaba en la caja de arena tratando de armar un castillo y era ayudada por el rubio que la elogiaba por lo bonito que estaba quedando su obra de arte. No me parecía raro, era normal que elogiaran a mi bebe ella es buena en todo lo que hace como yo. Lo que siguió si no iba a volver a ocurrir, ese pequeño rubio del demonio había osado a besar en la mejilla a mi hija, era hombre muerto pero no contaba con la reacción de mi hija.

-nunca lo vuelvas a hacer no quiero besos de niños molestos y estúpidos como ustedes yo solo quiero a mi papá.

Se me inflo el pecho de orgullo, esa era mi pequeña y solo sería yo el hombre que querría toda su vida, ningún rubiecito con conocimientos de flores me la arrebataría.

-Sarada es hora de ir a casa...

Vino corriendo hacia mí y la tome en mis brazos, pero aun había tiempo para una pequeña venganza.

-hmp yo de ti dobe no me confiaría tanto de las intenciones del hijo de Kakashi puede que en un futuro seas parte de la familia Hatake y tu Sai mantén a tu hijo lejos de mi pequeña.

No dije más y me voltee para irme a casa, mientras me alejaba escuchaba los improperios de Naruto, ese dobe era un gritón media aldea lo había escuchado.

Mientras caminaba y mi hija dormitaba en mi pecho me prometí que mi niña solo tendría ojos para mí, nadie me la quitaría estaría conmigo siempre.

-papi... te amo nunca voy a dejarte.

-hmp yo también te amo Sarada.

Mataría a todo aquel que tan solo pensara en quitarme a mi niña.

AÑOS DESPUES...

-papá y mamá tenemos una notica que compartir con ustedes.

-¿Qué sucede mi niña?

- pues... estoy embarazada

Mi niña, mi pequeña estaba embarazada, donde había quedado el solo mi papá será el hombre de mi vida, ese rubiecito pagaría con su vida el haber tocado a mí Sara...

-Inojin corre...

-pero papá...

-eres hombre muerto.

Konoha tendría que asistir al funeral del primogénito Yamanaka. 

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