DEREK
Idana se encontraba en la habitación, esta mujer llega siempre donde no la quieren.
-Calmate Derek y no me hables así que a quien necesito es a ella y no a ti, por algo que provablemente pasé mañana-miró a Sara y dio un paso alfrente- no puedes salir de aquí, no puedes moverte de esta casa, no puedes cruzar las puertas que dén al exterior-luego mira a Liz-tu te vienes conmigo, te llevaré a casa, mas vale que la cuides bien Derek, esa chica es un tesoro para mi y tu eres su protector, mas te vale que la cuides-dice mirandome.
-¿Qué pasa aquí?- pregunta Sara intrigada.
-Sólo has lo que te digo.
-Idana.
-¿si?
-¿Por qué haces esto?, ¿qué traes entre manos?
-Derek, sólo cuidala.
Idana salió de la habitación con Liz y se dirigieron a la salida, Sara Salió corriendo hasta llegar a las escalas que daba a la planta baja antes de que las chicas salieran.
-¡CUIDATE!- gritó- y cuando llegues me llamas por favor.
Apenas salieron Sara volteo a verme.
-Ya que no podemos salir y tengo hambre ¿qué vamos a comer? O mejor dicho ¿qué vamos a cocinar?- dijo alegremente.
-lo que quieras.
-ok, permiteme voy y me cambio, no me demoro.
Salí detras de ella hasta llegar a su habitación y cerré la puerta de golpé, ella no se habia percatado de que la habia seguido hasta que escuchó la puerta cerrarse.
-emm... Derek me voy a cambiar y para eso debo quitarme esta ropa, así que te pido por favor que salgas.
-sé que necesitas quitartela, pero ¿para que te vas a cambiar?
-para no ensuciar estas prendas, solo sal de la habitación- tomó una camiseta de dogger y unos shorts deportido un poco desgastados y se metió al baño-pensandolo bien, te puedes quedar, así me proteges de lo que sea que dijo la rara esa de tu amiga, como se llame, yo me encierro aquí y listo.
Me senté en la esquiba de su cama y ví como cerraba la puerda, Dios, como me gustaría estar allí adentro con ella, dominando cada parte de su cuerpo, haciendo que se sintiera mujer, haciendola llegar hasta el extasis de una pasión...
-¡DEREK!- escuche un grito proveniente del baño que me hizo despertar de mis ensoñaciones.
Corrí hasta la puerta del baño y pegué mi oido de ella.
-¿qué sucede?
-¡ENTRA!- grito desde la habitación del baño.
Abrí la puerta y la ví a ella practicamente desnuda, tenia unas pantis blancos llenos corazón y un top deportivo blanco con rojo, lo mas curioso es que cuando entré estaba encima de el inodoro pálida y asustada mirando al suelo, cuando bajé mi vista ví una pequeña plaga llamada cucaracha y solté la carcajada. Me fulminó con su mirada.
-dime que estás jugando por favor.
-¡MATALAAAAA!
-Ya va, eres una gallina. - con un rápido movimiento tome la plaga y la enroyé en un poco de papel higienico mientras veía a Sara haciendo arcadas, la enroyé bien y la tiré por el inodoro en el momento en que Sara se bajó de este.
-gracias, ahora puedes salirte que estoy un poco... Destapada.
-mmm lo noté, descuida.
-bajo en un momento si quieres ve mirando que podemos hacer.