No me podía creer que estuviese en mi puerta y en ese estado...
- ¿Qué haces aquí?- repetí.
- Vengo.. a verte...- dijo con sonrisa de tonto.
- Pues ya me has visto ala vete ya a tu casa.- dije.
- No... yo.... vengo a hablar... contigo...- dijo y me miró confuso.- No sabía que tenías una hermana gemela... hola soy Harry... - dijo presentándose a la nada.
- Harry, vete a tu casa, estás borracho y no sé como si eres menor...
- Mi padre... tenía... botellas en su despacho...- dijo haciendo gestos con las manos.
- Harry, tengo sueño, vete por favor.
- No quiero...- dijo y entró en casa y se tiró en el sofá.
Cerré la puerta y fui a la cocina a por un vaso de agua para que se despejase.
- Toma.- le di el vaso de agua.- ahora dime ¿por qué has bebido?
- Tengo que ir al baño..- dijo levantándose.
- Ya sabes donde está, yo te espero aquí.
- Vale...- andó tropezándose con todo y subió al baño.
Pasó un buen rato y no volvía, subí para ver si estaba bien y entré en el baño, y no estaba... entonces oí ronquidos que venían de mi habitación, fui y me lo encontré dormido en el suelo...
- Harry... levantate del suelo..- dije moviéndole pero no se levantaba.
- Harry...- lo movi más fuerte... nada.
Fui al baño y mojé una toalla, fui donde estaba Harry y le escurrí la toalla en la cara.
- Mmm... uy, me he caido..- dijo riendo tontamente y se arrastró hasta mi cama para tumbarse en ella.
- Harry no, vete a tu casa ya, es tarde y mañana hay clase.- dije pero no se movió.- Puf... que chico... almenos quitate los zapatos...- susurré.
Hizo un movimiento y se los quitó.
- Claro, para esto si me haces caso...
Cogí una almohada y me fui a dormir al sofa de la habitación, me tumbé y me quedé dormida al poco tiempo...
A la mañana siguiente...
Me desperté porque sentía un peso encima mía, abrí los ojos y tenía encima a Harry.
- ¡¿Pero qué haces aquí?!- grité provocando que él se callese al suelo.
- Au... no grites, me duele la cabeza...- dijo haciéndo una mueca.
- Pues no haber bebido ayer, ¿sabes que eres menor y no puedes tomar alcohol?- pregunté levantándome.
- Si. Ya lo sé.- dijo.
- Vete ya de mi casa.- dije seria.
- ¿Por qué estás así conmigo?
- No sé, ¿¡tu me dirás por qué me diste un balonazo ayer!?- grité enfadada.
- No grites por favor _______…
- Vale, no grito pero vete ya.
- ¿Qué hora es?- preguntó.
- Las 9:00, vete ya.- dije seria.
- ¿Sabes que llegas tarde?
- Ya lo sé, yo tengo excusa, ¿tú la tienes?
- No...
- Pues ala, vete ya a tu casa.
Se levantó del suelo, se puso sus zapatos y iba a salir por la puerta.