Capitulo 1

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Charlotte.

Era un día normal, nada fuera de lo común, como siempre todos los días me levantó de la cama y me prendo un cigarrillo. Camino en ropa interior por mí departamento mientras voy para la cocina pensando en que hacer para comer, mientras miro la alacena. Empiezo a sentir que alguien me mira, me di vuelta para comprobarlo y no había nadie así que decidí no darle mucha importancia.

Opte por hacerme unos huevos fritos con puré.

A veces, los gritos de nenes o nenas le molesta a mucha gente pero a mí este silencio lentamente me mata por dentro. Llevo otro bocado a mí boca mientras pienso en este gran espacio tan vacío y a la ves tan lleno.
Prendo la televisión para distraerme un poco y enciendo uno de cigarros tan ricos que me encanta. Es feo ser adicto a algo la verdad que no es nada bueno serlo pero me da tanto placer que me encanta hacerlo, aunque se que me hace mal.

Ashton

Aunque ella no sepa que la vigilo y este mal, me encanta hacerlo, estoy tan pero tan obsesivo con ella... todo de ella me gusta, su perfume, cuerpo, tatuajes, pircings, su mirada e incluso sus bellos labios carnosos que tiene.

Pero lo nuestro nunca va a existir, ella no puede saber de mi, y yo no tendría porque estar mirándola en estos momentos; creo que no se da cuenta que la veo desde chica hasta se todos sus secretos más profundos y todas las cosas que le han pasado en la vida. Sinceramente ella es perfecta. Para mí punto de vista es hermosa y preciosa con todos sus errores y todas la características que tiene... ella es fascinante.

Después de varios minutos mirándola me digo que ya es hora de irme a mi lugar...

Charlotte.

Miro mis brazos, mientras paso mis manos lentamente acariciando mis cicatrices, sintiendo como una escalera que sube y baja en mis extremidades.

Empiezo a pensar en mi hija Alma.
Es verdad que de las adicciones se pierde hasta lo que uno más ama y a la ves odia...

Su cara tan hermosa y bella, que me trae tan malos recuerdos.

Memorias que me gustaría que nunca hubieran pasado, recuerdos que me llevaron a lo que soy ahora...
Esta perra malisiosa, drogadicta, y prostituta que soy...

Como me odio me gustaría tener otra vida, amaría tener otra vida...

Miro mi reloj y veo que son las 23:09

«-Que rápido paso la hora- Me digo a mi misma.»

Me empiezo a cambiar, a maquillarme y a peneirme, ya me tengo que ir a trabajar.

Llamo a Troy a si me viene a busca...

- Hola Troy ¿podes venir a buscarme?

- Hola Char, claro que si flaca en 15 minutos estoy ahí.

Le corte la llamada y me seguí preparando.

Acá en la ciudad de Buenos Aires, las noches son fantásticas y es muy fácil conseguir plata, solo cojes y te pagan $20.000 o $30.000 si le entregas él culo.

Las reglas de acá son fáciles:
La primera: es cojer las veces que sea necesario.

La segunda: aguantarse todo lo que venga sea viejo o pendejo, blanco o negro, grande o chiquita lo que tienes que hacer es sastifacerlo de la manera que sea y que él quiera.

La tercera: no lloriquear como nena, y mantenerse mojada. Si se te seca, te tienes que aguantar cuando se te este irritando.

Y la cuarta, es la mas importante de todas: los chicos de las otras prostitutas no los tienes que ni tocar. Tu tienes los tuyos y ella tiene los de ella.

SolitariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora