Estrellas

El silencio en su habitación se sentía cada vez más profundo y doloroso, odiaba estar en silencio con todo su ser, ese silencio tan abismal le hacía retorcerse por el dolor que le causaba recordar, pero sin embargo cuando no estaba en presencia del silencio lo extrañaba, anhelaba aquel calvario acogedor enfermamente

El silencio le recordaba a la biblioteca del castillo, aquel lugar donde solía estudiar con Alice, donde le veía leer, escribir, interpretar e incluso dormir. Extrañaba tanto la sensación que le producía el verla sonriendo con suficiencia al encontrar la página que había estado buscando por tanto tiempo, o cuando reía por sus propios chistes, o cuando se quejaba constantemente por las estúpidas tareas que le dejaba el profesor Binns

—Un metro de pergamino para un ensayo sobre Acromántulas —Masculló Alice, apuñalando el pedazo de papel con su pluma a sangre fría—. Claro que si, ¿Por qué no? Vamos, arruinémosle la semana a la pobre Alice, ¿Quién se apunta?

—Por lo menos no les tienes miedo a las arañas, mi tío se desmayaría sólo por leer sobre ellas —Sonrió Louis aún con la mirada clavada en su libro. Alice bufó en respuesta

—Me siento tan afortunada

—Lo sé

—Si es que ni siquiera hay suficiente información sobre éstas idiotas para escribir un metro de pergamino entero —Continuó quejándose, escribiendo al tiempo que leía y pasaba las hojas del libro con su mano libre

—¿Por qué no le preguntas a Hagrid?

—Tal vez luego

—¿Y por qué no ahora?

—Porque no

—Te da miedo acercarte tanto al bosque prohibido ¿Verdad? —Rió en claro tono de burla, ganándose por dos segundos la atención y mirada homicida de la rubia

—Deja de decir idioteces —Bufó, releyendo por quinta vez el mismo párrafo de cuatro líneas que ya tenía escrito

—Yo te podría acompañar si así lo deseas —Sugirió, levantando por fin la cabeza de su libro, encontrándose directamente con la mirada desconfiada de Alice—. Lo digo en serio

—¿Lo harías?

—Claro

Alice se encogió de hombros fingiendo indiferencia y volvió a proseguir en su trabajo. Louis sonrió e intentó seguir leyendo, pero sin embargo la actitud extrañamente vacilante de ella llamó su atención, por lo que dejó de fingir que leía y volvió a levantar la mirada del libro hacia Alice

—¿Pasa algo? —Preguntó, mirando extrañado a la chica, ella levantó la mirada del pergamino pero sin embargo no le miró directamente, sino que fijó la vista en la librería tras él claramente nerviosa

—Que sepas que no es que tenga miedo y que por estar contigo ya no lo tenga o algo así, sólo que...

—Sólo que yo soy mejor hablando con Hagrid, lo sé, tranquila —Le sonrió con la intención de calmarle, entonces ella le miró otra vez, ésta vez directamente a los ojos y luego sonrió, sonrió de una manera que el rubio nunca terminó de entender pues nunca la había visto sonriendo de esa forma, pero sin embargo le transmitía una sensación de tranquilidad que nunca había sentido antes, una sensación que aún no sabía que percibiría con frecuencia junto a ella

—Gracias, Lou

Suspiró exhausto y se levantó del colchón para acercarse al estante de la pared frente a él, esforzándose por no tambalear caminó con lentitud hasta el estante y tomó uno de los tantos libros que había en él