la verdad

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Y es que su forma de hablarme me cautivaba, erizaba cada vello de mi piel.. por más que durará una vida entera o 5 minutos yo lo quería, de todas las formas, en todos los lugares de ese departamento pequeño y sucio , que tanto llegue a conocer, que tanto me iba a doler mañana, si iba a doler.. iba a caer una piedra gigante inexistente sobre mi, ahí es cuando entraba en razón y me daba cuenta que el no era mío,el era una ventana que nunca se abrió, por donde no iba a poder volar. no iba a poder descansar sobre el, sobre su cuerpo, y dolía, mierda que dolía... sentía que el pecho se me cerraba y algo lo presionaba fuertemente y quería llorar, quería abrazarlo recostarme sobre el y no soltarlo nunca... pero no ella dueña  de eso, de el, de su cuerpo, de los ojos brillantes, las mariposas en la panza, la sonrisa sincera... Yo era dueña de esto de mi y mi dolor..

Desde el fondo de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora