Demon

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Busan, 2005

A pesar de lo mucho que rogó para que no lo obligaran a entrar a ese lugar, lo único que obtuvo fue un par de palmadas en la espalda en son de aliento. Sus compañeros claramente no le iban a dejar escapatoria, había perdido y ahora debía cumplir con su penitencia.
Desde que tenía uso de memoria, recordaba lo mucho que le aterraba aquel templo "maldito". Tampoco entendía el porqué estuviera justo detrás de su escuela. A pesar de que llevaba unos tres años en el recinto, nunca se había acercado lo suficiente al antiguo lugar. Hasta ahora.
Y ahora que tenía la oportunidad de ver perfectamente cada trozo de madera que lo componía, sentía aún más miedo.

— ¡Vamos Jimin-ah! ¡Son solos diez minutos! – Gritó uno de sus compañeros a la distancia. Nadie quería acercarse a aquel lugar por supuesto.

Tragando sonoramente y empuñando sus pequeñas manos, subió los primeros escalones sintiendo como los escalofríos comenzaban a invadir su cuerpo. Se sentía como si la temperatura repentinamente hubiera descendido, a pesar de que se encontraban en plena primavera.
Dio un pequeño vistazo a sus amigos, descubriendo que todos estabas atentos a cada movimiento que daba, sintiendo aún más la presión de entrar.
Con un último largo suspiro, abrió la puerta del templo.

Oscuro, triste y extremadamente sucio, era lo que podía vislumbrar con la poca luz que se colaba. Todo parecía bastante descuidado y dejado en el olvido. Dio un paso hacia adelante, sin dejar de sostener la puerta con una mano, cuando una repentina ventisca le hizo tapar sus ojitos. Sintiendo a sus espaldas como la puerta se cerraba.

No quiso destapar sus ojos por unos segundos, temiendo que hubiera algo temible frente a él. Más cuando decidió tomar valor y observar el lugar, este se encontraba absolutamente tranquilo.
Con el corazón más tranquilo, caminó hasta llegar al centro de la habitación para sentarse en medio de ella. Como su vista ya se había acostumbrado a la poca luminosidad del lugar, podía ver las distintas estatus que habían por el lugar. Algunas más grande que otras, pero ninguna sobrepasaba el metro de altura. Ya no sentía tanto miedo de estar ahí e incluso sentía que se le haría bastante cortos aquellos minutos de penitencia. Claro, hasta que observó como algo le miraba desde una pequeña rendija frente a él.
Se le heló la sangre en un segundo y todo en él se petrificó. Pero a pesar de eso, no podía desviar su mirada de lo que fuera que le observaba.
Quiso llorar en ese momento y rogar por tener a su madre cerca. Sin embargo, su cuerpo no respondía a sus ganas de huir y solo estaba ahí, siendo consumido por aquella penetrante mirada oscura.

N-no me h-haga daño, s-señor espíritu...– tartamudeó con su voz de infante, sintiendo sus ojos humedecerse con rapidez.

Los ojos se entrecerraron solo un poco, como verificando o quizás entendiendo que es lo que decía aquel pequeño niño de cabellos claros.

Jimin por su parte quería que lo que fuera que le estaba mirando, dejará de hacerlo. Podía sentir a la perfección como este se colaba por su piel, como si con una sola mirada pudiera destrozar todo en su interior.
Dejando fluir sin restricciones sus lágrimas, tuvo un momento de ceguedad que lo hizo entrar en pánico. O eso pensó, antes de sentir que un cuerpo cálido lo mecía.
Alzó su vista en busca de la persona que lo consolaba, viendo desde abajo una pálida piel y unos cuernos que salían de una cabellera tan oscura como la noche.
Era alguien joven de no más de veinte años, con labios delgados y ojos rojos. Su aspecto no era para nada similar a la de un espíritu, pensó Jimin.

Su boca se había entreabierto levemente ante la hermosa figura frente a él, olvidándose por completo del terror que tenía hace algunos segundos. Todo su ser estaba hipnotizado por la persona que lo tenía en brazos, quien observaba un punto fijo en la estancia.
Sin pensarlo, llevo su pequeña mano a la mejilla contraria, sintiendo la suavidad de esta y haciendo que la persona le mirará fijamente.

Nice to meet you, sir demon ~ YM [Especial 1k de seguidores] » Two shot Donde viven las historias. Descúbrelo ahora