No hay mayor placer

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Me encanta verte así, desnuda,
con las tetas saliéndote del sostén
porque ya no pueden retenerlas,
porque están ansiosas de que juegue con ellas
y me pierda entre tu piel,
y seas tú quien decidas
si me dejas ir
o me quedo contigo otra noche más,
otra vida más,
otro momento descubriendo tu anatomía voluminosa, descomunal... aglomerada por los encantos
que te hacen temblar cada que lo hacemos,
cada que te tengo...
cada que apretujo tu carné con mis manos fuertes
y entre mis dedos se desborda tu piel caliente.

Y es que no hay mejor placer
que dormir abrazado a tu alma;
a tu trasero corpulento...
a mi fascinación de lamer tus axilas lisas y anchas.
Me encanta que los hombres te vean
con deseo cuando caminas por la calle
meneando las caderas
como si tú fueras la única mujer en la tierra,
y es que para mí lo eres;
y me encanta ver a las mujeres
celando tener ese temblor en tu cuerpo
a cada paso que das esquivando las rayas de la acera.

Maldita loca, como puedes provocar estas letras en mí,
como puedes rebuscar
la manera de aparecer siempre entre mi mente,
entre mi sexo.
Déjame escribir poesía en tu abdomen flácido
pero esta vez no me incites al placer,
solo quiero observarte así,
en el regazo tal cual eres, sin un retoque de más,
sin un kilo de menos;
déjame usar tus estrías como guía
para plasmar mis letras
y tus hoyuelos como tinteros;
déjame masturbarte después;
déjame acabarte de convencer que
"no te sobran kilos, te faltan versos"

~No Estamos Solos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora