S E V E N

27 1 11
                                    

Las rubia tomaba pastilla tras pastilla, aunque notaba un sabor conocido en ella seguía tomando, pero la curiosidad le ganó miró en los componentes que estaban en el envases para saber de donde provenía ese conocido sabor y al leer eso ella se llevó un gran decepción eran caramelos de menta en forma de pastillas.

-¡No! ¡¿Por qué soy tan estúpida?!

Gritó y saltó por toda la habitación por aproximadamente una hora hasta que el cansancio la venció y quedó dormida.

(...)

Se levantó y tenía más de 50 llamadas perdidas y 10 de la doctora Leeman, 2 llamadas de Jacob y 1 llamada de un número desconocido, decidió leer los mensajes que la doctora le había dejado y todos eran sobre su inasistencia a la casa de los Leonardi.

-Idiotas.

Dijo ella, pensaba ¿Por qué deben controlar mi vida? ¿Por qué no olvidar esa desafortunada noche en la que esas 2 chicas tuvieron que entrar a mi casa?

Se bañó, se puso una blusa blanca un pantalón de tipo Jean y un suéter del mismo coló de su blusa para ocultar las cicatrises  y se dirigía a la escuela pero antes de terminar de salir por la puerta el teléfono de casa sonó y se vió obligada a contestar.

-¿Si?

-¿Chloe? ¿Estas ahí?

-Si, ¿Quién es?

-¿No reconoces mi voz?

-No y no tengo tiempo, dígame que desea o cuelgo.

-Chloe, soy lance, tu querido hermano mayor.

En ese momento a Chloe se la cayó el teléfono y se quedó estática ¿¡Cómo rayos la había encontrado?! Pensó, y era justo, su hermano era un drogadicto y se supone que un día lo atraparon y lo llevaron a un centro de rehabilitación en la capital, agarró el teléfono, lo colocó en su lugar y prosiguió su camino a la escuela.

-¿Por qué me llamó?

Pensaba aquel a rubia cuando se topó con una chica, de aproximadamente su edad, tenía un cabello blanco grisáceo con mechas (Chica de multimedia) negras.

-Lo siento.

Dijo sin separar su mirada del aparato electrónico que sostenía en sus manos.

-Si...claro que lo sientes, lo sientes tanto que nisiquiera te dignaste a mirarme.

Dijo sarcásticamente la rubia un poco enfadada, provocando que la albina se girara a su dirección y le mirara a los ojos esbozando una sonrisa a la de orbes verdes seguido de un dulce "Lo siento" para después volver a centrar su mirada a esa, como dirían mis abuelos "Cajita del diablo" y seguir con su camino.

(...)

-¿¡Dónde estabas, te llamé toda la noche!?

Dijo la doctora con un tono de preocupación.

-En mi casa.

Dijo Chloe con un tono de indiferencia.

-¡Pero debías estar donde los Leonardi!
-No quise ir.
-¡Pero debiste!
-Pero no quería.
-Me vas a escuchar niñita, yo soy tu doctora y legalmente estás bajo mi custodia, ¡No se puede dejar sola a una adolescente con T.L.P.!

Gritó enfurecida la doctora, ya no le importaba nada, sólo quería que esa "maldita niña malcriada" le hiciera caso por al menos una vez ya que si algo le pasaba y alguien levantaba cargos ella podía hasta ser arrestada.

-¿Yo?

Dijo Chloe, pués después de la noticia de que Samantha Clicks fué su madre, podría ser un caso genético

-Chloe Gibbs, tu exactamente hace 3 días, fuiste diagnosticada con un caso avanzado del trastorno límite de la personalidad, también conocido por su abreviatura T.L.P.


C O R D U R AWhere stories live. Discover now