Parte II

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El tiempo que trascurría de manera lenta, me mataba cada vez mas.

Mamá y Heechul lloraban desconsoladamente por los pasillos del frio hospital.

Los doctores habían dicho que siwon estaba grave, fue muy grande el impacto que tubo, por ende tardaría unos días o a tal vez semanas en despertar, aunque era preocúpate afirmaron que despertaria.

No podía dejar de sentirme culpable.

Odiaba con todo el alma las lagrimas que Hee soltaba de sus bellos ojos, yo fui el culpable de su razón de llorar.

Cada dia que pasaba, Siwon empeoraba.

Por lo que escuche, una vara de metal atravesó el pecho de siwon, llegando a perforar casi su corazón. Tuvieron que hacer una operación de emergencia para poder quitarla mas sin embargo su corazón estaba demasiado débil, el medico indico que necesitaban un donante lo mas pronto posible.

Mamá no dejaba de orar para que ese donante llegara lo mas pronto posible. Cada vez que lloraba quería abrazarla y tratarle de dar un poco de consuelo pero sabia que en esos momento era la persona menos indicada.

En cuanto Hee, no era el mismo.

De hecho ya nadie era igual.

Hee dejo de sonreír, podía sentirlo mas frio que de costumbre. Sus bellos ojos siempre me miraban con ternura pasaron a unos llenos de odio. En Instituto el estaba solo, todo mundo trataba por lo menos de consolarlo o animarlo sin embargo el resultado era nulo, pero en cambio a mi, los golpes se hicieron mas fuertes, las palabras con insultos se hicieron mas frecuente, podía notar los moretones en mis brazos y torso, tenia hematomas muy grandes que con el simple rose de mi ropa dolía, además de que cada día, todos me apuntaban con el dedo llamándome "asesino", pintaron y dibujaron una y mil veces esa palabra en mi casillero, pupitre, libros y cuadernos, pero al final se que todo me lo merecía, yo lo sabia, me merecía todo, yo fue el culpable de que siwon este en el hospital, yo soy un "asesino".

Solamente yo.

Soy un asco. La peor persona del universo. 

Todo era mi culpa.





Mientras caminaba por aquel sendero en que los tres jugábamos de pequeños,  vi a mi hermoso chico mirando hacia el horizonte. Lo vi cansado, tenia ojeras en sus bellos ojos así como se notaba cada vez mas pálido y delgado.

Querido Hee ¿Realmente te duele? ¿Realimente lo amas? Y a mi ¿Realmente me odias?

—Hee...— lo llame bajito.

Note como se limpiaba sus bellas lagrimas con su mano de forma ruda. Me miro con odio.

—¿Qué quieres?—me hablo rudamente.

Me acerque a el con paso lento, esperando que no huyera. 

—Por favor Hee, ya no sigas llorando  

—¡¿Acaso eres idiota?!— me grito—Todo esto es tu culpa. Si no me hubieras besado lo mas probable es que Siwon estaría bien y no debatiéndose entre la vida y la muerte— vi como su rostro cambio de tristeza a enojo.

—Hee...realmente lo siento. Se que esto es toda mi culpa y te juro que pienso remediarlo—

—¡JA! Y ¿como? si se puede saber ¿Acaso eres Dios? No seas estúpido Hank ya haz hecho suficiente—quería llorar de nuevo.

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