Tenía que acercarse a él. No sabría cómo ni por qué, pero algo en él le decía que más tarde se arrepentiría. Más que eso, sentía una gran necesidad de hablarle, una obligación, así que, sin dudarlo, se acercó hacia aquel chico.
—¿Tan guapo soy? — Namjoon no pudo evitar reír —¡Vamos!, no puedes negarlo, me has estado observando casi como 5 minutos— dijo con la intención de bromear, veía un aura muy agradable en el chico. O tal vez eso pensaba, porque su conciencia decía otra cosa.
—Puedo decirte que fácilmente podrías agitar el corazón de cualquier persona — inmediatamente el chico bonito se ruborizó, no todos los días recibía ese tipo de comentarios y mucho menos estaba acostumbrado a recibir halagos, menos de hombres. Si bien todo el que se le acercaba no tenía la necesidad de dictarle su belleza, pues todos creían que estaba más de sobra decirle algo que él mismo sabía.
—No esperaba que lo dijeras — dijo cabizbajo, tratando de sonar relajado y seguro.
—Pensé que necesitabas escucharlo — Namjoon se acercó y se sentó a su lado, aún no había notado lo que había causado en el otro. —Más bien, tenía que decirlo.
—Bueno, es algo que casi no escucho. Claro, se que es obvio—aquel hombre perfecto soltó una risa nerviosa.
—Entonces te lo diré más seguido— dijo serio siendo lo más directo posible. Le gustaba coquetear y después ser frío, ilusionar a las personas, pero algo dentro de su corazón le indicaba que estaba con la persona incorrecta. Esta vez no mentía, en serio no mentía. Quería simplemente decirle que su aspecto lo atrajo, que era un ángel. No, eso no, reacciona Namjoon!!!. Si después de eso lo iban a ignorar no le importaba, solo quería decirle lo que causo en él, como en muchas otras personas de seguro. Sí eso, pero no tan directo. —Claro que debo saber tu nombre para decírtelo todos los días. — dijo está vez sonando divertido.
—Jin, Seokjin — dijo después de cerrar la libreta en la que dibujaba. Con el clima y el paisaje que el invierno le ofreció, tomó la suficiente inspiración para enfocarse solo en el papel y el lápiz, pero ahora, todo se había ido al carajo por una persona.
—Namjoon, me llamo Namjoon
Nadie sabía que desde aquel suceso, por más corto y tonto que sea, ambas almas tendrían una conexión especial.
Después del encuentro en el parque, Namjoon decidió irse y tal vez ya no volverse a encontrar con aquel chico apuesto, quizás éste no sentía lo mismo que él y era mejor distanciarse y guardarlo como un lindo recuerdo, un recuerdo de una linda y agradable persona, a lo que Seokjin se negó; le reclamo su número celular y que se tenían que encontrar muchas veces, y que tal vez en el mismo parque si era posible. Claro que esto no fue tan fácil, Jin estuvo pegado a él e hirió su orgullo para conseguirlo.
🌊☁️
—Ya me quedó claro, yo tampoco soy gay, ¡sólo quiero que seamos amigos!— insistía un Jin desesperado, persiguiendo a un Namjoon súper feliz y rebosante por dentro, pero siempre actuando cool y frío. Estuvo pegado a él desde el parque, a su casa, y en el GYM. El menor no podía estar más feliz, pero tenía que separarse de él antes de que hayan completado ya un día jugando por las calles, así que decidió darle su número y terminar con eso de la manera menos dolorosa posible.
—Okey, ten — sacó del bolsillo derecho de su pantalón un papel con 8 dígitos y se lo dio al mayor. Éste inmediatamente, cambió su semblante sonriente a una mueca extrañada.
—Sueles tener muchas parejas inestables, ¿cierto? —decía mientras paseaban en un pasillo del supermercado.
—No, ¿a qué te refieres?— preguntó Nam extrañado caminando con sus manos apoyadas en el carrito de supermercado.
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Quimeras y Dragones
FantasyÉl solo se fijo en un hombre apuesto y la quimera solo actuó por instinto. Si bien ninguno tenía experiencia en el amor, lo intentarían aun en mitad de una guerra.