100 cosas sobre la rara de mi ;-;

54 (anécdotas)

No soy alguien asustadiza, es muy difícil hacerme sentir miedo por algo o alguien. Las únicas ocasiones en las que de verdad sentí miedo, pavor paralizante fueron dos:

1.- Verán, mi cama está ubicada frente a la ventana, la cuál da hacia mi patio trasero (completamente cerrado, por cierto) y yo anteriormente dormía con la cabeza de frente a la ventana, dejándome a la vista perfectamente la ventana, en una ocasión en la cual no podía dormir, dando vueltas en la cama alcancé a escuchar un ruido, golpes y rasguños en la ventana para ser más específica(pensé que era un gato, así que no me preocupé en lo absoluto) me enderezé para intentar asustar al animalito, cuando ví por la cortina la sombra de una especie de brazo (brazo porque se alcanzaba a distinguir la sombra de la mano y los dedos, nada normales, por cierto) balanceándose rectamente de derecha a izquierda, de ves en cuando golpeando la ventana. Me asusté pensando que alguien podría haberse trepado a la azotea de mi casa (cosa poco probable por dos cosas; el brazo de esa cosa llegaba a la mitad de la ventana, de la azotea a mi ventana hay por lo menos 40 cm. de diferencia ¿que tan largo debía ser el brazo para llegar a la mitad de mi ventana? y porque en mi casa y en la casa vecina tenemos protección de todo a todo, es casi imposible brincarse) tuve una sensación de terror al punto de tumbarme en mi cama y observar esa cosa con miedo, sin moverme, gritar, nada. Desde ese día, dormí de manera contraria a la que antes dormía.

2.- En otra ocasión estaba sola en mi casa, era de noche, y estaba platicando con mi mejor amiga por whattsapp, de pronto escuché como pisadas en mi cuarto (yo estaba en el cuarto de mis padres, pero lo único que nos separa es una alcoba, así se escucha todo perfectamente) luego como si alguien caminara hacia mi patio, donde se encuentra mi perrito french poodle. Cabe mencionar que mi perro es muy tranquilo, y estuvo callado hasta que percibí las pisadas de mi cuarto, en ese momento comenzó a aullar, ladrar y llorar como si no hubiese un mañana, estaba aterrada, incluso dejé de contestarle a mi amiga, no podía ni hablar. pasó un rato y no escuché nada, mi amiga, perocupada, me exigió practicamente que le contestara, así que le mandé un audio contándole lo que ahora les cuento, cuando terminé de hablar, volví a escuchar los pasos, esta ves como si se aproximaran al baño. Me armé de valor en ese momento, prendí la linterna y caminé hasta mi cuarto, luego al patio y por último al baño. No encontré absolutamente nada, exepto un poco de ceniza debajo de mi cama (como saben, yo no fumo, pero mi mamá si, pensé que mi mamá habría entrado a mi cuarto antes de salir) y todo se encontraba en su lugar, ¿qué fue lo que oí? no lo se hasta ahora.