Introducción

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Nota de la autora: no soy experta en medicina ni en nada que tenga que ver con el estudio de la Fibromialgia. Lo que voy a escribir es lo que yo he sentido personalmente. Qué tanto tiene que ver con la fibromialgia y qué tanto con otros problemas físicos y emocionales que ya tenía? Bueno, eso es algo que no va a quedar tan claro probablemente. Más que otra cosa es una tarea para mirarme a mi misma, a mi vida y a los cambios que han habido desde que me diagnosticaron con fibromialgia hace un año.

El impacto de la fibromialgia en mi vida

Hace un año tenía un trabajo que me pagaba decentemente, una línea de carrera, un enamorado, un hobby que me apasionaba y un cuerpo que toleraba. Hoy mi vida es completamente distinta. Por un lado mi carrera ha cambiado radicalmente, tanto asi que no puedo tener un trabajo a tiempo completo. Por otro, mi cuerpo se ha vuelto un obstáculo en la búsqueda de los placeres más simples de la vida como es, por ejemplo, ir a la cancha de tenis y entrenar una hora. Finalmente, emocionalmente, estoy igual de confundida pero con la desventaja que tengo que tener cuidado de no aislarme de mis amigos, tengo que hacer un mayor esfuerzo para no caer en la depresión y para no olvidar de que todavía tengo cualidades que valen la pena recordar.

Durante los primeros días de mayo del 2011, mi pesadilla comenzó. De un momento a otro no podía soportar los dolores de espalda; me dieron migrañas tan intensas que las lágrimas corrían mientras tipeaba mis informes en el trabajo; un día hasta tuve que echarme en el piso, escondiendome en la oficina vacía de mi jefe, porque ya no soportaba ninguna otra posición. Mi jefe fue muy bueno conmigo pero finalmente, después de más de un mes de descanso médico acumulado, ya no podía más. Me rendí y renuncié. Mi trabajo no era algo aposionante, era algo que me daba independencia económica, algo que perdí en Setiembre 2011 y no he vuelto a encontrar. Mis colegas no eran todos un sueño, pero eran inteligentes y dispuestos a compartir sus conocimientos. Mi línea de carrera no era la que había soñado, pero hubiera podido reemplazar a mi jefe, cuando él mismo renunció por otros motivos, y tomar por primera un trabajo con personas a mi cargo, algo que nunca había podido conseguir y que necesitaba para progresar en la vida profesional. En pocas palabras, no adoraba mi trabajo, pero estaba ahí porque me daba cosas que valoraba, porque pensaba que era un paso en el camino que necesitaba seguir y porque sin él, no podía ser la profesional que siempre había querido ser. En Setiembre del 2011, todo eso acabó y hasta ahora no he podido aceptar ninguna oferta de trabajo a tiempo completo. Soy distribuidora de complementos nutritivos y pronto voy a comenzar una formación para ser profesora de francés. Eso es todo. Me he vuelto, de nuevo, completamente dependiente de mis padres.

Evidentemente, la pesadilla de la fibromialgia no sólo afectó mi trabajo. El hecho es que todos los días tengo que hacer un esfuerzo muy fuerte tan solo para salir de mi cama. Me siento atrapada en un cuerpo que no quiere cooperar. Mis musculos están inflamados al punto de que se pueden sentir con el tacto bultitos en mi espalda y en los hombros, y a veces hasta se pueden ver a siemple vista. Mi cuerpo me duele tanto que cuando despierto, solo mover mi mano me duele en el alma. Levantarme es todo un logro y sólo lo consigo después de mucho tiempo. Me dicen que debo hacer deporte, pero cuándo hice natación, me desgarré un musculo de la espalda. Me han prohibido el tenis, el único deporte que adoro. Ahora sólo puedo disfrutarlo viendolo en la televisión, y dándo ánimo a mi tenista favorito: Roger Federer. Algún día tengo que retomarlo. Mis sesiones de entrenamiento me daban una alegría increíble, y perderlos fue terrible. Ahora solo puedo hacer típicos ejercicios de estiramientos o de relajación y tai chi con señoras de la tercera edad (en el parque, los días que logro levantarme a tiempo, que no son muchos). He engordado, evidentemente, así que no puedo comer ningun postre maravilloso como el tres leches de chirimoya, mi favorito. Ahora vivo tomando los batidos nutricionales que vendo y los tés energizantes que me han recomendado. Estoy bajando de peso, pero por cuánto tiempo seguiré bajando si no hago algún deporte?

Finalmente está el impacto en mi vida emocional. Rompí con mi enamorado poco después de renunciar a mi trabajo. Saquen sus propias concluisiones al respecto. No me arrepiento de haber terminado con él, pero siento que me rendí antes de tiempo. Sin embargo, por más dificil que sea superar romper con un enamorado, mucho más dificil fue luchar contra la depresión. Siempre dicen que la fibromialgia y la depresión se alimentan la una de la otra y eso me consta. Siempre he sido una persona ansiosa, nunca he podido controlar bien mi estrés, eso no lo voy a culpar a mi enfermedad. El impacto en mi vida emocional fue sin embargo importante. Yo trataba de controlar mi estrés con el tenis, una vez que eso me fue prohibido, no supe cómo manejarlo. No sé relajarme por mi misma. Traté de hacer los ejercicios de relajación y de meditación, pero no tengo paciencia para ellos. Mi auto-estima cayó rapidamente, mi imagen de mi misma se volvió más oscura. La fatiga se volvió tan fuerte, que sin querer, dejé de salir con mis amigos y me encerré en mi misma. Ahora se ha vuelto una meta consciente salir con mis amigas, hacer planes, ir al cine, salir de compras. Si me dejo llevar por mis propios deseos, probablemente no saldría de la cama nunca. Escribir historias en Wattpad me ha ayudado mucho. Siempre he querido escribir, así que ahora era el mejor momento. Sé que no soy la próxima JK Rowlings, ni mucho menos un Victor Hugo, pero ese no es mi objetivo. Cuento historias que me gustan y que me dan alegría. Alegría que no encuentro en los lugares que solía encontrarla.

No sé si es posible entender el impacto de la fibromialgia en la vida de otra persona, cuando no se sienten los mismos dolores, los mismos malestares, la misma fatiga. Mis dolores se dan en todo el cuerpo, lo cual los hace aún más dificiles para mi. A veces mi mano me duele tanto que no puedo moverla, a veces mi espalda me duele tanto que tengo que echarme, a veces mis piernas me duelen tanto, que ya no sé ni qué hacer. Evidentemente sé que hay personas con peores problemas que los míos. Problemas físicos más graves que el dolor crónico, problemas emocionales más intensos, problemas familiales, personales, etc. No voy a comparar mis problemas con los suyos, esa no es la idea, pero eso tampoco quita que mis problemas también son reales. Eso no quita que mi recuperación no está completa. Soy optimista, pero también realista. Sé que mi vida nunca más será igual. Sin embargo, mis metas a largo plazo permanecen: de alguna forma tengo que volver a ser independiente económicamente y de alguna forma debo volver a ser una persona más sociable y alegre. Esas metas no han cambiado porque son las que me motivan a esforzarme, a vivir con el dolor, a seguir adelante. No quiero ser siempre lo que soy ahora, quiero ser mejor que eso.

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Ultima nota de la autora: No es mi intención verme como una victima. Este ha sido solo un ejercicio de introspección que me han pedido. Ni siquiera fue mi idea, pero lo hice y lo he puesto en la web porque hay personas que buscan testimonios de otras personas con esta enfermedad. A esas personas les digo esto: es difcil y no todos reaccionan igual a las terapias médicas o alternativas de la misma forma. Lo más importante es mantener el optimismo para poder seguir adelante.

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