La vi ahí sentada, mirando a la nada, en su mano tenía un cigarro que lo fumaba como si quisiera matar el dolor que posiblemente llevaba en su alma.
Su mirada estaba perdida en sus pensamientos, sus ojos estaban cristalizados, y ella luchaba por que ninguna lagrima callera de ellos, luchaba contra su dolor. Es de esas mujeres que quieren tener el control de todo incluso de sus sentimentos, que no aceptan que les duela nada, porque sienten que lo que causo ese dolor, no se merecen sus lagrimas.
Tal vez ella se sentía sola pero jamás lo diría, ni jamás lo pediría a nadie que le acompañe en esos momentos en los que no puede más, ella es muy fuerte, una tormenta.
Pocas veces la verás llorar y quizás ni si quiera llore realmente, solo algunas lagrimas se le escapan, y ella no las puede controlar. Parece tan fría como el invierno más jodido del mundo, pero ella es fuego, fuego para quien ella deje conocerla bien.
Pero ella ya no quiere que nadie más la conozca a tal punto de que sepan lo que le duele, porque ella mejor que nadie sabe que a la hora de herir la gente tiene buena memoria.
Desconfiada, loca, ansiosa, libre, risueña, peligrosa, así es ella en pocas palabras. Le gusta estar sola, pero debes en cuando sueña con un compañero que se siente a fumar un cigarro con ella, que le hable de sus problemas, porque ella ya sabe de sobra los que tiene ella, que le hable de la primera vez que le rompieron el corazón.
¿Pero quién correría el riesgo de amarla? ¿Quién sería capaz de quedarse allí donde corres peligro de que vuele y te deje?
Cicatrices era lo que le sobraban, una mujer sabía para su corta edad, de esas que cuando les dices algo hiriente, su risa te inunda los oídos y te contesta con algo peor, haciendote saber que le vale mierda lo que dices, pero que valora tu valentía al tratar de herirla.
Es tan bella que duele, camina segura de si misma, y cuando sus ojos cafés se posan en ti, sabes que no podrás dormir en las noches, causante de más de uno de mis insomnios.
Hablo de ella, como si fuera la mujer más fascinante del mundo, y es que joder, si que lo es, es hermosa hasta cuando se levanta con el pie izquierdo y no le gusta que le estorben en lo que está haciendo, hasta cuando se le agota la paciencia y te manda al carajo y un poco más.
Espontanea a veces, sin saber si te mandará a la mierda o simplemente te observará unos segundos y se irá para no gastar palabras. Bruta, que no se fijan ni en su manicura, ni en su maquillaje, dueña de una belleza natural, dueña de si misma, su boca no tiene miedo de decir alguna grosería, y sabe como bajarte el ego en un segundo si es lo que ella quiere.
Seguro de que no encontraras otra de ellas, no me viene a la cabeza quien ha sido el cabrón que le ha roto su inocencia, y la ha dejado marchar. Aquel que la ha tenido en sus brazos y no la ha valorado o quizás fue mucha mujer para quienes no la entendían. Ahora ya no muchos logran impresionarla y pocos logran pasar por su vida dejando huella.
Pero tengo por asegurado que ella más que nadie sabe quienes le han dañado hasta la médula y quienes no han llegado si quiera a rozar su corazón tan independiente.
Suelo mirarla cuando esta distraída, sin que ella se de cuenta, por unos segundos que me permiten apreciar sus largas pestañas, su boca con unos labios dignos de admirar, su rostro lleno de pecas que hacen que se vea aún más hermosa, vuelvo a mirar la hoja en la que estoy escribiendo sin siquiera poder poner una letra en ella, vuelvo a mirarle mientras se acomoda el cabello, y ríe fuertemente mientras cierra levemente sus ojos.
¿Cómo alguien puede tenerla en su vida y no admirarla? ¿No valorar lo que es esa mujer?
Preso de mi cobardía desvio mi mirada a la hoja, pensando en sus ojos.
Era una incognita muy hermosa, misteriosa, digna de querer saber más de ella.
Mi curiosidad se torna cada vez más grande al verla caminar entre los hombres, con la seguridad de que ella sabe que más de uno de los hombres la observan, la desean al verla pasar y ella se divierte con aquello, sonriendo fugazmente, quizás para ella, por que sabe lo que causa en los demás.
¿Quién será el detonante que la convirtió en la cabrona que es hoy en día? ¿Que hará en las noches donde no puede más? ¿Quién será su hogar, su lugar seguro a donde va cuando siente que no puede más? ¿Quién será la persona tan afortunada de escucharla contar un problema, cuando hace que nada le importa y cambia de tema sonriendo? ¿Habrá acaso alguien que la conozca a fondo? ¿Alguien que sepa como es cuando tiene insomnios en las noches y trata de dormirse?
Acaso... ¿hay alguien que sepa cuando algo le duele con tan solo mirarla a los ojos?
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La Dueña De Mis Insomnios.
RomanceElla es una mujer, la mujer de mis insomnios, poesías, el misterio que quizás algún día conozca. El acertijo sin resolución, complicada como ninguna, pero bella hasta la médula. Ella no es una simple tormenta, es huracán, catástrofe.