Un Amor Imposible

Siempre escuche a los mayores decir que el amor adolescente es el mejor que existe, incluso en la sagrada biblia un amor joven es el más sagrado y es aquí en donde nadie puede interferir, pero, ¿Qué pasa cuando este amor tan bonito, es interferido por algunos de los padres?, pues esto es lo que paso con Andrés y con Sara, un amor tan hermoso, pero al mismo tiempo tan difícil, que no se darían cuenta de la luz al final del túnel.

LA CHICA NUEVA

_Esta historia comienza en el primer día de colegio de Andrés, con tan solo 8 años él ya estaba en 4to de primaria, un chico aplicado, juguetón y muy bueno, y es aquí en donde el conoce a Sara, pero ¿quién era esta chica?, ¿Quiénes son sus padres?, muchos de sus compañeros de salón se hacían esas preguntas de las cuales incomodaban mucho a Sara los chicos se fastidiaban unos con otros y así sucesivamente, pero ella no quería jugar ni mucho menos hacer amigos, se sentía sola y no quería hacer amistades. Al momento que suena la campana para el receso, Sara salió corriendo del salón a comprar sus galletas de soda que le encantaba, Andrés por el contrario salía a jugar con sus amigos a la pelota, pero cada vez que volteaba a ver el kiosco donde se encontraba Sara, sentía las ganas de ir a abrazarla y decirle que no tenga miedo, que el seria su amigo y que siempre estaría con ella. Al transcurrir el tiempo, Andrés se decide por acercarse a hablar con Sara, fue la primera vez que él tenía miedo y no sabía porque fue tanto así su miedo o vergüenza que por momentos tartamudeaba y no sabía que decirle; se armó de valor, tomo aire y se le acerco, cuando él se acerca le dijo: "Hola, como estas", por lo cual Sara respondió: "Hola, bien y ¿tu?"......., y así comenzó una linda amistad.
Andrés y Sara se volvieron inseparables mejores amigos, llegaron a conocer a sus padres por las reuniones de salón, incluso sus mamas se hicieron amigas, pero, algo pasa con Andrés, comenzó a inventar cosas que hacía con ella, cosas que ni siquiera tenían sentido, cosas de las cuales Sara se enteró, pero lo que ella no sabía era que Andrés decía eso solo porque quería llamar su atención.

Llego un momento en el colegio, mientras todos estaban haciendo chacota aprovechando la ausencia del profesor, Andrés estaba con sus amigos al fondo del salón, hablando cuentos de hadas con Sara, ella se encontraba haciendo su tarea y una amiga de ella se acerca y le dice al oído: "Andrés está hablando de ti atrás", al oír estas palabras Sara se levanta de su carpeta y se dirige a Andrés para reclamarle:

_Oye, que te pasa, ¡porque inventas esas cosas!
_Pero que dije de malo, ¿te incomoda?
_Si, tú y yo no somos nada, más que simples amigos y eso.

Ella se da la vuelta y se regresa a su carpeta, cuando Andrés escucho estas

palabras solo soltó una carcajada, aunque lloraba por dentro.

Así pasaron los días, las semanas, los meses, los años y llego el fin de la primaria, llego el año de promoción, todos se encontraban tristes porque sabían que sería el último año de risas, bromas y estudios juntos, pero algo pasa con Andrés esta más distante de Sara, ¿Por qué? No entendemos los motivos ni las razones.

Eran los últimos días de clases y Andrés se encontraba con su profesor para que le revisen el cuaderno y llega Sara:

_Profesor, ¿Podría revisarme mi cuaderno?, pero antes que el profesor diga algo, Andrés se adelantó:
_Profesor, sabía usted que Sara y yo somos muy buenos amigos y que siempre estaremos juntos. Al parecer a Sara le incomodo la respuesta de Andrés.
_Escúchame bien Andrés, si yo te hablo es porque nuestras mamas son amigas, yo no soy tu amiga.
El profesor quedo impactado por la reacción de Sara, era la primera vez que presenciaba una cosa similar, así que solo reviso lo más rápido posible los cuadernos para que los alumnos se retiren. Por el contrario, Andrés, le dolió mucho las palabras de Sara, él no se explicaba la razón ni el motivo, quizá con el tiempo se pueda arreglar las cosas.

Llego el día de la promoción y todos estaban felices, los hombres con su terno azul noche y las mujeres con sus vestidos de color verde limón, los padres se sentaron en sus respectivas mesas y comenzó la jarana.

Andrés aún se sentía mal por las palabras de Sara, pero intentaba sonreír a pesar de que ella estaba ahí, él sonreía aparentando una felicidad que no existía.