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No puedo creer ésto.

-Hola..-soltó con un leve sonrisa.

-¿Qué quieres?-pregunté lo más sería y enojada que he estado.

-Tranquila, Sam. Vengo en son de paz. ¿Está Justin?-su voz cada vez es más irritable.

-Que divertido. Vienes en son de paz, pero preguntas por él. -reí irónicamente.

-¿Está o no?-insistió.

-No.

-¿Sabes si tardará mucho?

-No.

-¿Puedo pasar?

- No.

-¿Puedes decir algo que no sea "no"?

-Si.

-¿Cual es tú problema?-se cruzó de brazos.-Mira, que sepas que no estoy aquí por gusto. Justin quedó de pasar por mi al hotel hace una hora y no llegó. ¿Puedes decirle que vine?

-Claro. Si quieres tambien te invito a cenar. -sonreí fingidamente.- Adiós Clara.-solté y seguido le cerré la puerta en las narices.

No otra vez, por favor!

......

-ÉSTO ES DEMASIADO JUSTIN!!- le grité arrojandole otra almohada.

-TE DIJE QUE NO SABIA QUE...

-NUNCA SABES NADA!! PRIMERO OLVIDAS QUE EXISTO, LUEGO OLVIDAS EL CUMPLEAÑOS DE TUS HIJAS, Y AHORA TE VES CON ESA ZORRA!.. -y allí va otra almohada. Siento mi sangre hervir como si de lava se tratara.

-SAMANTHA! ¿TE PUEDES CALMAR?!

A éstas alturas ambos ya estábamos gritandonos. Yo le lanzaba cosas sin piedad alguna y el solo trataba de esquivarlas.

-¿QUE ME CALME? ¿POR QUE NO LE DICES ESO A TU AMIGA?

-NISIQUIERA SE PORQUE ESTÁS ENOJADA. SOLO..

-AH! ¿NO SABES? QUE SEPAS QUÉ VINO PORQUE NO LA RECOGISTE EN SU HOTEL!- Le grité y ésta vez le lancé su teléfono que se encontraba sobre la cama. Pero logró esquivarlo y se estrelló contra la pared rompiéndose en mil pedazos.

-No se suponía que te enteraras así. -soltó más para él que para mi pero lo escuché. ¿Está admitiendo que me engaña?

Ni siquiera le respondí. Las lágrimas empezaban a agruparse en mis ojos y vi garganta seca yacía en un nudo. Tomé su almohada y una cobija, las lancé hacia el pasillo y me encerré en el baño.

Por más que trataba de evitarlo las lágrimas caían sin cesar y sentía mi mundo desmoronarse cada vez más.

¿Que ésta pasando?¿Que hay de malo conmigo?

-Sam, por favor, no es...

Abrí rápidamente la ducha para evitar escuchar algo más.

¿Que hacer?

.....

Desperté de golpe al chocar con algo a mi lado. Abrí los ojos y era una bandeja con comida. En el tazón de frutas había una nota.

Me senté en la cama, y tomé la nota.

"Buongiorno, principessa"

Genial. Pensé con ironía.

Dejé la nota en su lugar y me dirigí al baño a por una ducha.

Sequé mi cabello, lo cepillé, me vestí y una vez lista, tomé la bandeja y la llevé a la cocina. A éstas horas Lehia ya ha llevado a las niñas a la escuela, así que me límite a tomar una manzana y caminar hasta mi auto.

Al subir había una nota sobre el volante.

"Gracias por no comer nada. Sabes que la cocina se me da fatal xD. Ten un lindo día,  amor."

¿En serio cree que con papelitos regados por todos lados logrará algo? Se ve lo bien que me conoce.  Envolví el trozo de papel y lo arrojé por la ventanilla.

Puse el auto en marcha. Al llegar llegar a la oficina, hice una parada en recepción para entregar unos papeles que irían a recoger más tarde.

-Buenos días Rebecca.-le dediqué una sonrisa amistosa un tanto fingida.

-Buenos días. - sonrió de vuelta. Le entregué los papeles pero antes de marcharme me entregó un paquete.

-¿De quien es?-pregunté curiosa.

-Hmm.. no lo sé, lo trajo el cartero.

Sin más subí a mi oficina.

-Buenos días Louis. ¿Me puedes traer mi café?

-Buenos días jefa. Claro.

Me senté en mi silla reclinable y me dediqué a observar por el gran ventanal.

¿Por qué haría algo así? ¿Por qué me haría algo así? ¿No soy suficiente para él? Mi cabeza empezaba a doler, y un mareo se hizo presente.

.......

........

Llanto del silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora