Con una mezcla de sorpresa y repulsión, Louis se dio cuenta de que lo que había encontrado era una trampa para aquellos que, como él, buscaban lo inusual. El joven exhibido era una víctima del comercio ilegal, una realidad que había sido ocultada tr...
Harry subió las escaleras con pasos apresurados, la emoción palpitando en su pecho. Louis le había encomendado una tarea y la perspectiva de ir de compras era suficiente para entusiasmarlo. Se arregló con la rapidez que sólo la urgencia puede propiciar y bajó de nuevo, listo para salir.
Al encontrarse con Jonathan, le señaló su destino con tranquilidad. El hombre, tras soltar un suspiro pesado, asintió con resignación antes de ponerse en marcha. Con su tono más persuasivo, le aseguró que su visita no tomaría más de una hora, por lo que no era necesario que lo acompañara. Una vez que el auto se detuvo en la entrada del centro comercial, descendió con rapidez. Observó cómo Jonathan se alejaba, sintiendo un inesperado alivio mezclado con gratitud, antes de girar sobre sus talones y adentrarse en el lugar.
Una vez dentro, su atención se sumergió en la pantalla de su celular, explorando opciones en una tienda online. Tan concentrado estaba en su búsqueda que no notó la presencia de alguien que avanzaba en dirección contraria. La colisión fue inevitable.
El impacto lo desestabilizó momentáneamente.
—Mierda, lo lamento —soltó de inmediato, levantando la vista hacia el joven castaño con una mezcla de culpa y vergüenza—. Estaba tan concentrado en esto que no te vi. Soy el peor caminando, lo siento.
El desconocido rió con ligereza, restándole importancia al incidente.
—Tranquilo, tampoco es como si me hubieras herido gravemente.
Negó con la cabeza y lo observó con atención por un instante antes de señalarlo con un dedo, esbozando una sonrisa de lado.
—Tú eres Harry, el amigo de Louis Tomlinson, ¿verdad? Un gusto conocerte. Soy Lorenzo Sartori.
El adolescente parpadeó, tratando de asimilar la información.
—Supongo que sí... —murmuró, aún algo desconcertado.
—Trabajé para él hace unas semanas haciendo trajes. Escuché tu nombre un par de veces en varias conversaciones y, por curiosidad, decidí investigar en las noticias —explicó él con naturalidad, su tono mezclando profesionalismo y amabilidad.
Harry se quedó en silencio un momento. ¿Louis había hablado de él tan abiertamente?
Fuera por la razón que fuera, la revelación lo sorprendió.
—¿Dijiste que le hiciste trajes? —preguntó con un dejo de esperanza en la voz.