Capitulo IX

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Una nueva semana escolar empezaba y yo no podía sacar de mi mente a Valentino, ¿será que el querer vengar a mi madre se estaba convirtiendo en amor ?. Mi padre y Salvatore por su parte habían planeado partir sin mi a Los Ángeles por unos días. Sería la última mezcla del último álbum de papá.

-Tía, necesito contarte algo- dije mientras desayunaba para partir al liceo.

-Dime, ¿acaso es el nieto de Giannini?- pregunto mientras peinaba a Ámbar.

 Si, es Valentino y las reacciones de mi padre con el.

-Mira Luna, tu padre quedo mal desde que murio tu madre, el ha cargado con esa mochila desde el día que Salvatore nació y aunque el lo sepa , juro que nunca dejaría que ellos te lastimaran como a tu madre, ahora acaba tu desayuno que se hace tarde. 

Al llegar al liceo, Valentino me esperaba en las entrada al gimnasio sonriente pero sus ojos verdes se veían cansados y algo tristes 

- ¿Que sucede?- pregunte tomando su rostro entre mis manos.

-Nada muy grave solo peleas con mis padres, vemos tengo un lugar que mostrarte- dijo mientras me daba el casco.

Sabia que era un error, una travesura o quizás una locura lo que estaba a punto de hacer. Yo Luna Ferro, la misma que nunca había desobedecido a su padre... hasta este momento.

Fuimos a un lugar apartado lejos de él colegio y de nuestras casas.  Esperábamos no ser interrumpidos

-Luna se que esto es muy pronto pero me encantaría que seamos novios.

-Valen, no lo sé . Es muy pronto y además nunca nos dejarán estar juntos . Aunque...

Antes de terminar de completar mi respuesta y aceptar estar con valentino mi celular que aún se encontraba en mi mochila comenzó a sonar con una vieja canción de mi padre.

Llamada recibida : Papá

- Luna, ¿donde estas ?

- Hola pa, ¿en el receso del liceo, ¿por?

- Porque estoy en el liceo para irnos a Los Ángeles junto a tu hermano y me dicen que nunca enteraste a clases.

- Pa, Puedo explicarte, sólo dame unos minutos para llegar a casa.

Tome el casco y salimos con Valentino hacia casa, no tenía mucha noción de que era lo que estaba haciendo y mucho menos de lo que podría llegar a suceder.

Faltaban unos metros cuando vi a mi padre y a la madre de Valentino esperarnos en la puerta de casa. El rostro de mi padre era sereno... tan sereno que asustaba. Mientras que la madre de Valentino estaba furiosa.

-Hola Papito...¿Que sucede?- pregunté mientras acomodaba mi cabello.

-Nada hija . Ve a armar tu maleta.

Entre a casa . Me parecía extraña su actitud, aún así fui a armar mi maleta para lo que sería el viaje de mi vida o eso esperaba.

Escuchaba a Flavio, mi tío, conversar con mi tía sobre el viaje que realizariamos y así entender el verdadero motivo de tan repentino viaje.

Tras un largo viaje y cruzar el océano, regresamos a nuestra antigua casa, donde todo parecía haber quedado en el tiempo, mis juguetes, la cuna de mi hermano y sobre todo el estudio de mi padre con recuerdos de mi madre y del abuelo de Valentino.

Era un mundo ya conocido para mi donde pase los primeros dos años de mi vida, pero a su vez lo sentía extraño como si siempre  perteneciera a este lugar, sentía madurez y ganas de quedarme aquí a comenzar de nuevo cada vez mi mente estaba más confundida e indecisa sólo esperaba que tanto mi padre como mi tío supieran entenderme y llevarme a un mejor camino.


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