Waiting 4Ever

Prólogo

Ella sabía que las cosas buenas no duraban para siempre, y menos para ella; su vida siempre había sido así, una desgracia tras otra, así que esto no era una novedad, pero por Dios que dolía más que cualquier cosa que hubiera experimentado alguna vez. ¿Cómo se recuperaría de esto? ¿Cómo pensaban que podría vivir después de esto? Ella había sido fuerte toda su vida, pero este último tiempo había aprendido a descansar en alguien más, había aprendido a ser vulnerable, a sentir, a dejarse llevar por sus sentimiento, a depender de... ÉL.

Y ahí estaba aún, esperándolo, sentada en la escalerilla de la entrada a la iglesia, con la lluvia cayendo sobre ella; vestida completamente de blanco, empapada; con el maquillaje arruinado, ya no sabía si por las lágrimas que aun caían por su rostro o por la lluvia de ese día. Llevaba horas en la misma posición, desde que le dieron la terrible noticia. Aún no podía entender lo que había pasado, cómo pasó todo de ser luz a ser oscuridad tan violentamente.

Ella deseaba poder sentir sus brazos alrededor de ella, sentir la seguridad que sólo una caricia suya podía brindar. Contemplar su rostro y sus muy frecuentes sonrisas con hoyuelos, que solamente le dedicaba a ella, esas sonrisas que se reflejaban en sus brillantes ojos, y que le hacían pensar que nada malo podría pasar en el mundo. Sin embargo, ya no podría verlas, ni a ellas ni a esos ojos verde prado, como a ella le gustaba llamarlo, ya no podría escuchar su voz, ni sentir su toque.

Un recuerdo, sin embargo, seguía viniendo a su mente, una y otra vez. El de la noche anterior... y las palabras que aún sonaban en su cabeza, como ecos de una vida que ya no volvería. Ecos de un amor inconmensurable, incondicional y atemporal. Esas palabras que ahora le rompían el corazón cada vez que surgían en su memoria... Te amo Livy, y si muriera hoy, no podría estar más agradecido de la vida que he vivido, tú me diste vida Livy... tú eres mi vida, te amaré hasta mi último aliento.

Estas palabras resonaban aún en el aire cuando ella se levantó, tomo la mano que le ofrecían y se dirigieron al taxi que los llevaría al lugar donde toda su felicidad y dolor la esperaban. Mientras lo hacía, comenzó a recordar su historia, la historia de una mujer muerta en vida que fue resucitada por el amor de un hombre que lo dio todo por sacarla de la oscuridad.