CAPITULO 3: Promesa

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Pasado un rato pude dejar de llorar y retomé la compostura, aquel pelirrojo casi desconocido seguía a mi lado mirándome un poco confundido, pero no lo culpo, después de todo no es normal que una persona empiece a llorar de la nada simplemente por comer, ¿verdad?

-¿Te encuentras mejor?-Preguntó preocupado.
-Si, estoy mucho mejor, gracias.-Trate de mostrarle una sonrisa, no quería que un extraño sintiera lástima por mi.
-No tienes que forzarte a sonreír.-Me miro fijamente, su mirada era profunda, como si pudiera ver a través de mi con esos ojos heterocromaticos.
-Gracias por la comida.
-No hay de que, fue un gusto comer contigo.
-Creo que es tiempo de que regrese a mi departamento.-Dije mientras me disponía a levantarme e ir a la puerta.
-¿Estarás bien tu solo?
-¿Piensas que volveré a tratar de suicidarme?-Pregunté irónico.
-No es nada gracioso.- Dijo de forma seria.
-Tranquilo, por el momento no tengo la suficiente energía para volver a tratar, al menos no por ahora.-Solté una leve risita.
-¿Que te sucede?-Preguntó con un poco de molestia en su voz.
-Nada que sea de su incumbencia.
-Tengo una debilidad por ayudar a las personas indefensas y aun más por las que están en peligro.
-Pero yo no soy ninguna de esas dos.-Realmente era una persona entrometida, tanto que comenzaba a fastidiarme.
-No pienso que sea así, no trates de engañarte.-Mostró una sonrisa segura.
-¿Quien eres?-Al fin el momento de las presentaciones había llegado, a este punto estaba seguro que ignorarlo no seria la mejor solución.
-Mi nombre es Akashi Seijuro, tengo 24 años, actualmente trabajo en una oficina me gusta ayudar a las demás personas.- Dijo amablemente.
-Así que eres Akashi.
-Si, ¿y cual es tu nombre?
-Soy Kuroko Tetsuya, tengo 24 años, no tengo trabajo y mi mayor anheló es morir, pero parece que siempre interfieren.-Lo mire fijo.
-No se que me hablas.-Fingió no entender.
-Como sea, muchas gracias por su hospitalidad, pero me tengo que ir.
-Tetsuya, ¿puedo volverte a ver?
-¿Que?-Pregunté desconcertado.


De alguna forma terminé aceptando, en las pocas horas que lo había conocido sabía que no era fácil que se rindiera y que lo mejor seria aceptar, después de eso me fui a mi departamento y al llegar lo primero que hice fue irme a dormir, realmente había sido un día bastante cansado y no estaba acostumbrado a eso.

Al otro día desperté un poco tarde, pasaba del medio día, había dormido bastantes horas, me dirigí al baño para tomar una ducha y despertarme por completo, pasados varios minutos terminé de bañarme y me puse ropa limpia, era muy refrescante bañarse, siempre lograba despejarme de esa manera.

Me acosté en el sillón y encendí la televisión, pero el timbre empezó a sonar, muy pocas veces alguien iba a mi departamento, solo cuando pedía algo por correo o cosas similares, pero en esta ocasión no había solicitado nada, me dispuse a abrir la puerta y cuando lo hice me percaté que la persona al otro lado era el mismo pelirrojo de ayer, Akashi.

-Buenas tardes, Tetsuya.-Me dijo alegremente.
-Buenas tardes, Akashi-kun.-Lo mire por un momento.- ¿Que hace aquí?
-Recuerda que prometiste que podría volver a verte, así que estoy aquí por eso.-Soltó una leve risita.
-No esperaba que viniera tan pronto y mucho menos a mi departamento.
-Siempre cumplo mis promesas.
-¿Como sabe cuál era mi departamento? No recuerdo habérselo dicho.
-Soy Akashi Seijuro, nada se me escapa.
-¿Eh?-Dije asustado.
-Es broma, pregunté por ti en la recepción.-Bromeó.
-Usted y sus bromas no son graciosas.
-Para mi lo son, las caras que pones son lo suficientemente chistosas.


Lo dejé pasar al departamento y lo primero que noté en él fue que comenzó a recorrer todo en lugar con su vista, parecía que inspeccionaba cada cosa, era un poco incomodo que revisara cada lugar.

-¿Gusta un poco de té?-Traté de cambiar el ambiente.
-Si, por favor
.

Fui a la cocina y empecé a hacer el té, dejando solo al pelirrojo en la sala, por alguna razón no me daba tanta desconfianza que estuviera aquí, de cierta manera se me hacia conocido.

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Narra Akashi:

Parecía un departamento bastante simple, las paredes eran blancas y no había ninguna decoración, mientras seguía observando el lugar algo llamo mi atención, había una foto de Kuroko junto con un pelirrojo, ambos estaban abrazados, parecían una pareja, ¿aquel chico seria el motivo por el cual trato de suicidarse?

Seguí mirando la foto por un buen rato, hasta que Tetsuya volvió con el té, la curiosidad me invadía, quería saber sobre aquel pequeño peliceleste y su vida, algo me decía que debía estar a su lado, quería protegerlo.

-Tetsuya...
-¿Que pasa?
-¿Puedo preguntarte algo?-Dije nervioso.
-Supongo.-Contestó confundido.
-¿Quién es el chico de la foto?- Tal vez estaba siendo demasiado inoportuno, debí de haber sido mas sensible al momento de preguntar.
-Él es mi primer amor.-Sus ojos comenzaron a cristalizarse, me dolía verlo de esa manera.
-¿Que paso con él?-Era consciente de que debía de parar con las preguntas, pero no podía, quería conocerlo, perdón por hacerte recordar.
-Por mi culpa murió.-No pudo retener más las lágrimas y comenzó a llorar.-Yo lo maté.-Susurro aún entre llanto.
-Tetsuya...-Había llegado demasiado lejos con mis preguntas, me acerque a él y lo abracé, por suerte no me rechazó.


Estuvimos un rato así, cuando se tranquilizó un poco comenzó a contarme la historia, me dijo todo lo que había sucedido, desde el accidente con sus padres hasta el día de la muerte de Kagami, ya entendía sus razones para querer desaparecer del mundo, pero lo que más me sorprendió en su historia fue que él asumía la total responsabilidad de los sucesos, decía que era el causante de sus muertes, cuando no era así.

-Tu no tienes la culpa de nada de lo que ha sucedido.-Lo abracé mas fuerte.
-Si la tengo, si yo no les hubiera hablado en ese momento ellos no se habrían distraído y seguirían vivos, si yo no hubiera tratado de suicidarme Kagami no hubiera salido y no habría pasado ese accidente, fue mi culpa.-Volvió a llorar.
-Lo de tus padres fue culpa del conductor que rebasó sin precaución y lo de Kagami paso por culpa de un carro a exceso de velocidad que no respeto los semáforos, tu no podías interferir en eso.
-Ellos ya no están...-Abrazó sus piernas, tratando de conservar la poca calma que le quedaba.
-Tal vez ya no estén, pero no creo que les gustara verte en este estado, pensando en la muerte a cada oportunidad que se te presenta.
-Ya no tengo nada que me ate a este mundo.
-Déjame ser tu atadura.-Puse una mano sobre su mejilla mientras secaba aquellas lagrimas.
-¿Que quieres decir?
-Quiero ser el motivó por el cual sigas viviendo.
-No quiero tu lástima, Akashi.-Dijo con enfado apartando mi mano de su rostro.
-No es lástima, es empatía.
-¿Empatía?-Preguntó.
-Los que hemos perdido a alguien importante sabemos lo que se siente estar solo, a la deriva, sin tener ningún tipo de apoyo, se lo que siente sufrir, por esa razón déjame ayudarte.-Le dije serio, sosteniendo sus hombros.
-Akashi...
-Dame un año.
-¿Para qué?-Me miró confundido.
-Para enseñarte que tan bella es la vida.-Le sonreí amable.
-¿Crees poder lograr eso en tan poco tiempo?-Pregunto un poco incrédulo.
-365 días.
-Es poco.
-Es lo suficiente, ni más ni menos.


Lo pensó por un rato pero al final aceptó mi propuesta, y a partir de ese momento me jure a mí mismo que haría todo lo que estuviera en mis manos para hacerlo recapacitar y que aprendiera a vivir, no esa clase de vida que llevaba hasta el momento, si no una donde fuera libre de todas esas culpas absurdas y llenas de dolor, una vida donde Kuroko Tetsuya volviera a sonreír, lo prometí y así será, después de todo soy Akashi Seijuro y siempre cumplo lo que prometo.

365 DÍAS A TU LADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora