Una madre. [OneShot] [KatsuDeku]

Unica parte.

Frente a mis ojos, un rubio engreído y orgulloso de ojos escarlata se encontraba con un peliverde en brazos, totalmente lastimado y demacrado.

Sus manos temblaban y el flequillo de su cabello cubría perfectamente el tono rojizo de sus ojos, junto a las lágrimas apunto de salir.

Mi esposo me agarro del brazo, impidiendome correr en dirección a mi hijo para hacerlo reaccionar de una maldita vez por todas ¿que mierda hacia lamentándose? ¡Reacciona de una puta vez, hijo inútil!

– Si vas ahora mismo harás que Katsuki se sienta peor de lo que se siente ahora - hablo observándome fijamente mi pareja, mientras yo intentaba calmarme - Hizo que Izuku-kun resultara lastimado, y aunque su orgullo es suficientemente alto como para actuar como si no le importara, el amor que siente por el sobrepasa su orgullo.

Lo se perfectamente.

Desde hace tiempo...

[16 años antes]

– Pero que lindo bebé - Hablaba una preciosa chica de cabello verde, acercándose lentamente a mi mientras acariciaba suavemente su barriga – Felicidades, Mitsuki - Me sonrió con total dulzura – eres madre.

– Soy madre... – sentí mis ojos brillar suavemente, mientras observaba fijamente a la criatura entre mis brazos – Adiós deseo carnal incontrolable, hola cambiar pañales.

– Te falto el hecho de que ahora no podrás dormir durante la noche...

Observe a mi buena amiga con una mirada asesina, a lo que esta sonrió levemente nerviosa.

La única persona que siguió conmigo a pesar de mi horrible carácter.

– Es verdad - Acomode a mi bebé entre mis brazos, acariciando su cabecita - pero vale la pena.

En eso, un grito aterrador se escucho por todo el hospital casi, mientras mi adorable esposo aparecía totalmente apresurado y agotado.

– ¡M-Mitsuki! - Hablo entre lágrimas mi marido, a lo que yo Sonreí enternecida y le hize una señal de que pasara.

Así es como aquella bolita de orgullo llego a mi vida, un mocoso que no dejaría que los días tranquilos de mi vida volvieran y debido al Quirk de su padre su personalidad se volviera la de alguien jodidamente molesto.

Pero no hace falta mencionar eso por ahora.

Un tiempo después del nacimiento de mi querido Katsuki, llegó a la vida de Inko una pequeña criatura de nombre Izuku.

Pero apenas nació el niño...

– I-Inko...

Hable temblorosa, mientras observaba como esta apoyaba ambas manos sobre la mesa de su hogar y observaba con pánico esta.

– M-Mitsuki, ¿como lo haré? - me volteo a ver, con unas ligeras lágrimas en sus ojos - ¿como cuidare a Izuku si su padre...?

Deje a un Katsuki de 1 año en los brazos de su padre, para luego abrazar con fuerza a mi querida amiga la cual sin rechistar comenzó a llorar torpemente en mi hombro.

– No estas sola Inko - suspire - Masarou, Katsuki y yo estaremos siempre por ti e Izuku - le acaricie el cabello - Así que no te preocupes por lo material, tu solo dedicate a protegerlo ¿si?