Black Cats

00.

"Una banda extranjera asalta una gran joyería en Onuma, Kasukabe, con un botín estimado de 3000 millones de yenes, se cree que esta nueva organización surgida podría acarrear serios problemas a la policía de la prefectura de Saitama, ya se..."

Antes de que la chica de las noticias finalizase con su discurso, Ashton Johnson esbozó una sonrisa cínica e intercambio miradas con su gemelo Nick Johnson quién acababa de finalizar una llamada telefónica con Matt Collins y Alex Brown, nuestros compañeros, los cuales junto a Lea Miller y a mí formábamos los Black Cats. No es por echarnos flores, pero somos la banda mejor organizada después de la Yakuza aquí en Japón, algo estaremos haciendo bien.

—Rebecca — dijo Lea requiriendo mi atención, me di la vuelta y la observé sentada en un sofá a pocos metros de distancia. —¿No te preocupa qué últimamente salgamos tanto en las noticias?— dijo mientras se acababa lo que parecía ser un donut de chocolate. Esta chica se pasa el día comiendo.

—No me importa una mierda — dije y esbocé media sonrisa. —No han conseguido ni una sola pista sobre nosotros, y si continuamos igual de bien, no la conseguirán. — dije y mi respuesta pareció complacerla pues me sonrió y continuó comiéndose su donut.

En ese momento el timbre sonó. Matt y Alex habían llegado con la droga que mañana se llevaría a Koshigaya, una ciudad próxima a Kasukabe.

­ —Estoy hasta los cojones de vender droga. — espeté de repente y todos miraron en mi dirección. —Necesito matar ya. — resoplé y me dejé caer en el sofá verde que se hallaba detrás de mí.

—Joder Rebecca, eres una jodida psicópata. — dijo Nick con un cierto tono de humor en su voz.

—Lo sé — dije con cinismo. — Mañana después de ir a vender la droga pienso ir a matar. —

—¿Estás segura? Es arriesgado, deberías saberlo. — dijo Matt algo preocupado, algo que era común en él.

—No sé qué día entenderéis que me importa todo una puta mierda — dije ya algo frustrada, a lo que Lea rió con mi comentario.

—Aún así ten cuidado. — añadió Matt.

—Me voy a dormir putas mierdas, mi corazón insensible os quiere. — dije riéndome yo sola y me fui a mi habitación.