Desde mi cielo ( Louis Tomlinson )

Capitulo 1: creando mi cielo

Leer este libro es muy emocionante, esta llena de historias de ángeles que se enamoraron de humanos y que ahora son felices, ángeles que quedaron atrapados bajo el efecto de los humanos, convertidos en ellos, estos seres impresionantes y misteriosos. Al girar la pagina me encontré con algo que no me esperaba encontrar. ¿Qué hacia mi hermana allí? Hacia como dos años que se había ido a hacer una misión en la tierra, y desde entonces, ya no había vuelto. Comencé a leer la pagina muy detenidamente, para no perderme ningún detalle. 

Al acabar no podía creer lo que le sucedió, ella, ella se enamoró de un humano. Y como todas las reglas dicen: 1) Si un ángel se enamora de un humano, no podrá volver al mundo de los ángeles. 2) Si un ángel decide ser un humano no podrá volver al mundo de los ángeles. 3) Si un ángel decide quedarse a vivir en el mundo de los humanos, deberá convertirse en humano. ¿De verdad tenia que hacerse todas estas reglas? Son estúpidas, ¿que pasa si el amor no funciona?

Volví a girar la página y me encontré con un niño pequeño y triste. Leí las letras de debajo de la foto y sentí como las lagrimas caían por mis mejillas. Pobre niño, no debería pasarle eso. Al decir eso decidí en que bajaría a la tierra a ayudar a este niño, pero primero, debería hacer mi cielo. ¿Qué que consta con eso de mi cielo? Pues simple, que cuando decides hacer tu primera misión debes crearte una nube para dormir. Los ángeles dormimos en camas hechas de nubes. 

Me levante del suelo y salí volando hacia la habitación de mi padre. Los ángeles, la mayoría del tiempo, usan las alas, nunca usan las piernas, solo en gimnasia angeliquista. Al llegar me puse en el suelo y toque dos veces.

- ¿Quién es? - dijo esa voz rasposa, esa voz que desde pequeña me ha dado escalofríos pero, que cuando ves su cara, te tranquiliza.

- Yo, steph 

- Pasa cariño.

Abrí la puerta de su habitación, las paredes pintadas de un color azul cielo, la cama hecha de la nube más cómoda que haya existido, esa cama que desde pequeña me gusta dormir, acostada entre mis padres. El estaba sentado en su escritorio.

- ¿Qué te lleva por aquí, pequeña?

- Bueno… yo quería decirte una cosa papa, puedo viajar a la tierra?

- ¿A la que? - Ash, odio cuando hace eso, es como si estuviera sordo

- A la tierra papa, a la tierra - el se quedo con una cara de espanto.

- Pero hija, ¿estás segura?

- Si papa, estoy segura, ¿me podrías ayudar a hacer mi cielo?

- ¿Ahora?

- Si, quiero ayudar al niño cuando antes, pobre, necesito hacerlo en serio papa, por favor vamos ya, por favor.

- Esta bien, vamos.

Salimos de la habitación y mi padre me llevo a la nube que seria mi casa hasta que acabara la misión, esa nube que no tendría hasta que cumpliera los 19. Pero solo me faltan dos semanas para cumplirlos, no podrá ser tan malo, verdad? 

Pasamos casi toda la mañana ordenando mis cosas, hasta que fue la hora de comer. A la hora de comer todos los de la residencia nos juntábamos. Al llegar al comedor divise a mi madre en la cocina preparando la comida para todos. Entre allí por que necesitaba decirle que esta tarde me iría a la tierra.

- mama, ¿podemos hablar? - al sentirme se giro para verme y me sonrío.

- claro, que pasa?

- esta tarde me iré a la tierra, voy a ayudar a un niño.

- ¿Te vas? - me miró con alegría pero a la vez con tristeza. 

- Si mama, espero que estéis bien tu y papa, os echare mucho de menos.

- nosotros también hija, espero que hagas bien la misión, estoy orgullosa de ti.

- gracias mama y… bueno ya he creado mi cielo.

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Hola, bueno he decidido hacer esta novela porqué presiento que será muy bonita. Espero que os guste y por favor seguidmee! mi twitter es: @belen94455866

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