Capítulo 9

76 7 1
                                    

Al fin habían terminado los exámenes y los aprobé todos, estaba inmensamente feliz, pero algo en mi había cambiado y no era la satisfacción de haber triunfado, sabía y era consciente que algo me faltaba, eras tú.

Iba caminando tan tranquila por la calle, me senté en una banca y miraba cuantos niños corrían, las parejas felices y un constante olor a cabritas, me sentí cómoda. De un momento a otro se sienta una señora a mi lado y mientras fijo mi mirada a una escultura que había llamado mi atención, la señora me mira fijamente y suelta una palabra...  Estás muy triste muchacha.

Estaba asombrada, no lo podía creer, la miré como de que rayos me hablaba y volvió a decir algo que realmente me impactó: Se alejaron, tanto, que no podían verse. Pero olvidaron un detalle muy importante: por mucho que se alejen, el mundo es redondo y llegará el punto en el que se reencuentren, y esta vez, será para siempre. La miré anonadada, lágrimas salían incontrolablemente de mis ojos, me abrazó y susurró algo que quizás pensó que no entendía pero lo escuche a la perfección Hay veces que el amor más intenso se oculta en el silencio más profundo.

Abrí los ojos y ya no estaba, miré por todos lados, la buscaba con anhelo, deseaba que me siguiera hablando, no la encontré, pero, había dejado una nota en la banca "Eran amantes eternos, buscarse y encontrarse una y otra vez, era su karma"
Lo había entendido a pesar de todas las dificultades estábamos destinados a estar juntos y yo iba a poner todo de mi parte para que así fuera.

Te mandé un Whatsapp.

Decía más o menos así:

Perdóname, soy tan necia, tan vulnerable, tan loca, tan soñada. Que no he dejado de pensarte una y otra vez. Es como un movimiento involuntario, como una necesidad.

Y a pesar de quererte, no te busco, no te lloro, no te río, no te canto, pero vaya como te pienso, como te escribo, como te extraño, como te inhalo y suspiro.
Y cuando finjo desinterés en ti, ahí es cuando más te quiero. Soy muy vulnerable ante tu ser, toda mi vida habia esperado a alguien como tú y sé que no quiero conocer a nadie más, nadie me hace sentir tan especial como tú, siento que te quiero como a nadie en esta vida, al final siempre te volvería a elegir a ti, sólo no me rompas el corazón.

Quiero verte y abrazarte como nunca.

Lo mandé, sentía que un peso de mis hombros se había desvanecido, me sentía bien conmigo misma, estaba feliz, el mensaje llego a destino, estabas escribiendo.

Mensaje de él:

No hay palabra para explicar lo mucho que te extraño, prométeme que tu mirada va a ser para mi y para nadie más. Estabas ahí entre mis ganas de arriesgarme y el miedo a enamorarme, me encantas y ya no voy a negarlo.

Quiero que sepas que me enamoré de tus ojos color café, sin saber que más abajo me encontraría la más hermosa sonrisa, que me hicieron enamorarme aun más. Me enamoré de nuestra primera conversación, me enamoré de tus buenos días y de tus dulces sueños. Me enamoré de como te sonrojas cuando estas nerviosa. Me enamoré de ti y también del amor. Y como este mágico momento puede cambiar nuestras vidas para siempre.

Me enamoré... Me enamoraste.
Inesperadamente sin saber como, ni cuando pero aún así, deseándolo, anhelandolo, con todas mis fuerzas, con todas mis ganas, me doy cuenta que somos el uno para el otro. Que tu y yo hemos nacido para morir juntos.
¿Te quedarías conmigo pase lo que pase?

Termine de leer tú mensaje y la felicidad inundaba mi ser, mi respuesta indiscutiblemente era, si.

"El Gran Amor de mi Vida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora