Poetry

Dulce encuentro

Cada atisbo de paciencia que ronda por mi mente se vuelve borroso y distante en tu presencia, la euforia y la ansiedad son las que se dan paso y dominan cada fibra de mi ser. Los momentos que pasamos juntos tienden a suceder tan rápido como los párpados cubriendo las cuencas en busca de humectación. Los roces de nuestros cuerpos tan ligeros como la brisa de una cálida tarde pero tan reconfortantes y tan liberadores para el alma como el viento que eleva las hojas de tonos cálidos por el otoño, las palabras dulces que son como un bálsamo para las mallugaduras y las largas platicas amenas en la que las inseguridades y los secretos se escurren de nuestros labios en busca de redención son las saturas que cierran nuestras heridas aún abiertas.

No te das cuenta mi amada que hemos sido forjados para pertenecernos el uno al otro? Hechos para disfrutar de la unión de nuestras almas como el más dulce de los deleites. Y juro que no hay salvación más bella que la nuestra, porque el día en el que nos pertenezcamos como deseamos, ese día las penas serán solo un mal recuerdo que llenará nuestras memorias y que con el paso del tiempo el olvido se encargará de arrancarlas de nosotros, como la marea que sube y se lleva las huellas de la arena sin detenerse distinguir la falta de pureza.

Y yo te prometo a ti que ese día llegará escucharas campanas y el canto de los ruiseñores en representación de nuestra ansiada y añorada señal, busca el camino hacia mi con el latir de tu corazón porque ese es el único que no se equivoca, porque el no juzga y no entiende razones, porque es el único que tiene la fortaleza de doblegarse ante sus instintos sin hesitar, transformándose en sólo un peón obediente a las dictaduras del amor.

Nuestro momento se hará llegar, porque no hay forma de cambiar lo inevitable y no existe fuerza humana que detenga lo que fue escrito, porque los dioses son caprichosos y dictaron que desde el momento en que tomamos nuestra primera bocanada de aire inducida por el llanto que nos perteneceríamos.

No desesperes mi amada, detén tu llanto y sé paciente y si la incertidumbre de mi paradero se atreve a arremeter contra tu ser sólo sigue andando, levanta tu frente y si es necesario eleva tus plegarias pero no tengas duda de que en cada paso que des una de mis huellas será la encargada de cubrirlos hasta que no quede uno solo, hasta que la distancia que nos separa se vuelva sólo un espejismo y nuestras almas encuentren el camino de regreso para ser fundidas entre el gozo de nuestro dulce encuentro.