La caída del Valhalla

Darenor: El quebrantador de amaneceres

Aquel día era un día normal, como cualquier otro, me acababa de despertar y tenía que salir corriendo de casa sin poder desayunar por que una vez más, me había quedado dormido y tenía que salir de casa corriendo.
Eché a correr calle arriba hasta llegar al colegio donde obviamente, mamá estaba allí en la puerta con el ceño muy fruncido por que yo era el último de toda la clase en llegar, además ese día tocaba salida al mirador "Pico dentado" que estaba encima de Azura.
- ¿ Por qué ha sido esta vez, te embobaste fantaseando con grandes batallas y héroes o te quedaste dormido ? - Dijo Mamá con enfado.
Lo siento Mamá, no volverá a pasar.. - Dije yo agachando la mirada.
Venga, vamos ya que están todos esperando. - Me dijo dándose media vuelta y ordenando a los compañeros que andasen.

Después de la regañina, partimos hacia el mirador con bastante prisa, ya que íbamos con retraso por mi culpa.
Al este de Azura había un sendero largo y serpenteante que subía hasta media montaña donde yacía el mirador, nunca había subido, tenía unos escalones altos hechos de piedras con unas barandillas echas con cuerdas y iluminadas con pequeñas antorchas. Al comienzo del camino, habían dos grandes menhires con unas pinturas azules que no lograba entender, las cuales Mamá siempre me dijo que eran símbolos que protegían nuestro pueblo.
Andamos por decirlo de alguna manera, por que aquello era lo mas parecido a escalar que había hecho nunca llegamos arriba. Desde allí habían unas vistas mágicas, se veía  una nube poco espesa que formaba ese clima tan particular y debajo de eso, Azura, más allá a lo lejos se podía ver el  gran lago Darenor, rodeado de árboles y al fondo una cascada inmensa que jamás había visto. Estando allí Mamá empezó con su clase:

- Chicos, acercaros hasta aquí y sentaros que os voy a contar la historia de "Darenor" - Dijo señalando un pequeño banco de piedra hecho de la misma montaña.
Toda la clase se sentó a diferencia de mi, que estaba embobado con el lago y aquella misteriosa cascada.
- Zhon, ven aquí – Grito Mamá.

Fui corriendo al corrillo que habían hecho mis demás compañeros y me senté.

-Chicos, ¿ veis aquel lago de allí ? Pues allí es donde acabaron con Darenor, el quebrantantador de amaneceres y se llama así por que una mañana, desde lo mas profundo de la montaña un rugido hizo que el amanecer se tornara oscuro y negro como la noche mas cerrada. Aquel día hubo una gran confusión en todo el pueblo, nuestros soldados salieron corriendo desde los cuarteles y fueron al gran lago a ver que ocurría.
Al llegar, vieron encima del lago volando a Darenor, un dragón negro de ojos rojos que rugía al cielo. Darenor bajó la mirada y se quedó mirando fijamente a los soldados unos instantes, después de eso arrancó a volar valle arriba hasta desaparecer entre las nubes.
Aquel día fue la primera vez que veíamos un dragón, uno de verdad mas allá de las leyendas. Después de aquello fué cuando en una asamblea del pueblo decidimos recurrir a la hermandad de los Yhorn, unos antiguos seguidores de las leyendas de los dragones para pedir consejo sobre eso y conseguir información sobre ello. Para ello, me enviaron a mi con el Jarl del pueblo.
Recorrimos un largo camino hasta llegar a Edirnt, al otro lado del valle, en un pequeño refugio a las afueras donde estaban los pocos que quedaban.
Cuando llegamos, fuimos corriendo a hablar con el más antiguo de ellos, un hombre llamado Sarth, era el más mayor de todos, con mucha diferencia, tenía una larga barba blanca y muchas, muchas arrugas. Al vernos supo quienes éramos y antes de decirles nada comenzó a hablar:

-Sé que habéis visto, sé quien es lo hemos estado estudiando desde hace siglos.
El es el padre de los dragones, cuando hace siglos aparecieron los dragones.  Los combatimos durante décadas y nunca entendimos su patrón de conducta, el rugía y el resto resurgían de todos los lugares. Hasta que un día, de invierno, hace unos 50 años, cuando yo era un aprendiz de la hermandad, mi maestro Helgorn consiguió darle muerte, pero parece que cantamos victoria demasiado pronto.
Ahora debemos reunir al consejo, no podemos dejar que Darenor vuelva a oscurecer estas tierras.
Enviaremos a un mensajero cuando esté todo preparado, hasta entonces no os preocupéis, estáis a salvo.

Después de eso, sin mediar palabra sus ayudantes nos acompañaron a la salida sin dejar que preguntáramos nada, dicho eso retomamos el camino hasta aquí sin mediar palabra. De aquello han pasado 20 años y nunca nadie suele hablar de ello, pero ese lago desde entonces tiene algo que tememos.
Después de eso, Mamá nos hizo levantar y nos llevó al colegio para que nos fuéramos cada uno a casa.
Esa historia no paraba de darme vueltas en la cabeza, ¿ por que ese lago ? ¿Por que esa cascada está ahí y nadie habla de ella..? No entendía nada, pero no podía estar siempre con mis fantasías, así que después de cenar decidí irme a dormir para al día siguiente no dormirme y enfadar de nuevo a Mamá.
Todo iba bien, hasta que a mitad de la noche un ruido en el interior del bosque me despertó..