Me acuerdo perfectamente de aquél día, el primer día de clase en mi nuevo colegio. Llevaba una camisa de color blanca acompañada de una chaqueta cuyo color era rojo oscuro como el vino, los pantalones, largos y negros juntos con unos zapatos del mismo color. Sinceramente, odiaba ese uniforme. Eran las nueve y media pasadas de la mañana y mi madre estaba ya bastante agobiada. Yo era el único de los tres hermanos que estaba en un colegio distinto entonces acompañar a tres personas que tienen distintos destinos puede ser algo agotador.
— Te dije que te levantaras y no lo hiciste, ¡vas a llegar tarde a tu primer día de colegio! — decía mientras conducía.
— Si total...
— ¿Total qué?
— Me lo pasaré mal.
— ¿Qué dices? Conocerás a niños nuevos, eso es bastante divertido.
— Bueno...
Mientras decía eso hizo un cambio brusco de carril, como vivíamos a bastantes kilómetros del colegio las opciones siempre eran las mismas, o llevarme en coche, pillar el autobús o la bicicleta, pero prefiría las dos últimas porque mi madre... no es que conduzca muy bien.
Unos minutos más tardes llegamos. Tras bajarme del coche vi aquel edificio, era enorme para ser simplemente un colegio. La entrada estaba adornada con varios arbustos llenos de pequeñas flores, desde ahí podías ver como el edificio se partía en dos y el patio conseguía una forma parecida a la de un pasillo que te llevaba a esas dos partes en las que se dividía el edificio. Las paredes de la construcción no estaban pintadas si no que tenían el color natural de los ladrillos que lo formaban.
— Bueno... ya me voy, por favor, portate bien. — me dió un pequeño beso en la mejilla.
— Sí mamá...
— E intenta poner cara de contento — siguió diciendo mientras me colocaba bien el cuello de la camisa.
Tenía que ir a la típica reunión que hacían siempre todos los centros de enseñanza dando la bienvenida, presentando a los profesores y bla bla bla. La misma tontería de siempre. Al no haber estado nunca allí no sabía exactamente dónde estaba el salón de actos. Se supone que debió de haberme acompañado mi madre pero ella trabaja y la mayor parte del tiempo estaba bastante ocupada. Me quedé ahí parado, sin saber que hacer, esperando a que un adulto me ayudara a encontrar el lugar de la reunión.
— ¡Hola!
— Em... hola.
— ¿Qué haces ahí parado? Te estás perdiendo la presentación... ¡Vamos! — y ese chico que no conocía de nada me agarró de la mano y me arrastró hasta el salón de actos.
El chico era un poco más alto que yo y flaco, su pelo era de color negro y brillante, un poco rizado y alborotado, sus ojos también eran de color negro azabache, en cuanto a la ropa vestíamos el mismo uniforme.
Nos sentamos los dos juntos en unos asientos que habían libres, en la última fila. A cada uno de los alumnos nos asignaron una clase diferente. Me tocó en la clase B, la profesora parecía bastante simpática a primera vista. Al niño que tenía al lado le asignaron la otra clase, el A.
— Vaya... nos ha tocado en clases diferentes...
— Em... si.
— Por cierto... ¿tu eres nuevo no?
— S-si. — al principio me resultó pesado.
— Ah, ¡pues encantado! Me llamo Jung HoSeok, ¿y tú?
— Min YoonGi...
— Ojalá nos hubiera tocado en la misma clase...
— Si... — muy pesado.
Tras salir del salón de actos, la profesora, nos hizo un "tour" por todo el colegio para que supiésemos dónde estaban los baños, nuestra clase, etc. Después de eso entramos a la clase, era bastante amplia, los pupitres estaban juntos en parejas de dos y la pizarra ocupaba casi toda la pared, al lado de esta se encontraba la mesa de la profesora. Nos dieron unas agendas para que apuntásemos el horario que íbamos a tener. Seguidamente pasó a las presentaciones, cada uno nos teníamos que levantar y decir cómo nos llamábamos, nuestra edad, si sabíamos en qué queríamos trabajar, pero al ser aún pequeños no muchos contestaron eso último.
No hubo ningún descanso entre clase y clase como solía haber a las doce de la mañana o así, supongo que por ser el primer día.
Ya eran las dos de la tarde y eso significaba que por fin habían acabado las clases, la mayoría de los niños salieron corriendo hacía la salida, casi aplastándose mutuamente mientras que yo iba con cuidado de que nadie me empujase. Estuve buscando ilusionadamente el coche de mi madre para que me sacara de aquel lugar lo antes posible pero no, no estaba, otra vez tendría que esperar. Rebusqué en mi mochila por si tenía algo de dinero que a veces conseguía del cambio que le daban a mis padres cuando iban de compras. Mi mano tocó algo en el bosillo pequeño de la mochila... y... 50 centavos... bueno, con eso me podía comprar una gran bolsa de chuches. Justo al lado del colegio había un pequeño puesto donde me gasté todo lo que llevaba encima. Antes de poder comerme la primera gominola oí que alguien me llamó a lo lejos.
— ¡Hey Min YoonGi! — él, otra vez — ¿Qué haces?
— Esperar a mi madre.
— ¡Eh! ¡Tienes chuches! Dame una porfi...
¿Por qué era tan pesado? ¿No me podía dejar en paz? Aún así acepté en darle una chuche, tampoco iba a ser egoísta.
— ¿Y tú que haces aquí aún?
— Mi padre tampoco ha venido, será por el trabajo.
Bueno, ya teníamos algo en común, nuestros padres estaban igual de obsesionados por su trabajo.
— Y... ¿por qué te has cambiado de colegio?
— ¿Qué te importa?
— Uh... em... — vale, reconozco que fui un poco borde.
— Mis padres creyeron que era lo mejor.
— Pero lo mejor, ¿por qué? Te han separado de tus amigos.
— Bueno... tampoco tenía tantos.
— ¡Yo seré tu amigo!
— ¿Tú? ¿Mi amigo?
Se oyeron unos pitidos de coche, detrás nuestra estaba aparcado un coche de color rojo, bastante grande y muy bien cuidado.
— ¡Hobi!
— ¡Papá! — fue corriendo a abrazar a su padre mientras yo me quedaba sentado en el mismo bordillo en el que estábamos, mirándolos. — YoonGi, me tengo que ir ya. — decía mientras agarraba su mochila — ¡Adiós!
No me levanté en ningún momento, solo me despedí con un leve movimiento de mano.
Una media hora después apareció mi madre.
— ¡Cariño! — me abrazó — Perdón por haber tardado tanto...
— No pasa nada mami. — me miró un poco sorprendida, supongo que sería porque yo no solía llamarle de esa forma cariñosa.
— Y... ¿cómo te ha ido? — me preguntó mientras subíamos al coche.
Durante la trayectoria desde el colegio hasta mi casa le conté todo lo que había pasado. Parecía bastante contenta.
Y a partir de ahí fueron pasando los días, el curso... Siempre estaba con HoSeok. Con el paso del tiempo, conociéndolo, se convirtió en mi mejor amigo. Compartíamos todos los momentos, los felices, los tristes, nos protegíamos el uno al otro de las personas que nos insultaban o intentaban hacernos algo, era todo perfecto, hasta que se fue, y me volví a quedar solo.
***
Jaii fkrldlfjd siempre estoy nerviosa when tengo que subir cap nuevo o algo porque no sé si será bien recibido :'v pero bueh aquí traigo este nuevo fanfic que espero que os guste mucho (y a mi también)
Darle hamoor (?
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time » y.s
Fanfiction❝ Las personas que menos esperas son las que más feliz te harán.❞ *Romance *Yoonseok *Capítulos largos ©symxbts2018