11 de julio de 2014
El hace como que no lo nota. Ella es muy mala pretendiendo. Su rostro nunca se inmuta, pero tras puertas cerradas lo papeles cambian.
11 de julio de 2014
Un té para sanar las heridas del día ajetreado. Nunca por el asa, siempre por los lados; incluso hay aflicciones que ni el té puede curar.
11 de julio de 2014
Y cuando menos lo esperaba, se encontró con un hilo rojo colgando de su meñique, una inminente señal de que si corazón ya no era suyo.
11 de julio de 2014
Ella tapó sus ojos creyendo estaba dormido, sin saber que sólo aparenta estarlo para sentir otra vez esas finas manos sobre su rostro.
14 de julio de 2014
¿Qué pasaría si se atreviera? Si le permitiera ser su luz y de la mano lo siguiera por esos océanos desconocidos, por los bancos de arena.
14 de julio de 2014
Entendió que si tu corazón está roto, el infierno te persigue hasta en los sueños, pero también, abrir los ojos significa volver a perderla.
15 de julio de 2014
Las gotas de lluvia caen sobre mis hombros y refrescan mi cara. Ella sabe lo que sigue, pero lo posterga. Me tortura y yo lo disfruto
15 de julio de 2014
Tiempo después, cuando se encontraron, no fue un ¿por qué? Fue un reclamo; un reproche por su melodrama infantil y las heridas a su orgullo.
16 de julio de 2014
Tal vez ella fue un sueño y nunca existió. Su cama siempre permaneció fría, sus labios intactos y sus brazos vacíos.
25 de julio de 2014
Odiaba ser una extraña en su propia casa, pero su valentía se agotó hace mucho tiempo y las horas pasan en su estoica agonía.
27 de julio de 2014
s una carga muy pesada, pero al mismo tiempo se demuestra cuán capaz de aguantar antes de explotar; antes de sucumbir a sus deseos.
5 de agosto de 2014
Y el viento de nuevo sopla, arrullando su abrazo, moviendo sus corazones porque es lo único que puede cambiar en ellos.
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Pequeños fragmentos de mi mente
Short StoryUna serie de minicuentos originales escritos desde 2014.